La marcha en auto fue organizada en la misma noche en que los vecinos rechazaron la propuesta del gobernador Jorge Busti (a pedido de la Presidencia) de levantar el corte de ruta para facilitar una cumbre entre Kirchner y Vázquez, y fue usada como respuesta a funcionarios provinciales que acusaron a los piqueteros de ser «cien personas intransigentes». Anoche los asambleístas calculaban que 10.000 personas participaron de la caravana.
A las 15 se inició la marcha de vehículos desde Gualeguaychú hasta el arroyo Verde, donde los manifestantes fueron esperados por centenares de otros vecinos ya presentes en el corte de ruta. A marcha lenta, tomaron la ruta como si fuera de una sola mano, con filas de dos o tres vehículos a la par, banderas, bocinazos y gritos a lo largo de 28 kilómetros.
Ya en el punto de encuentro, donde anteayer se cumplió un mes de protesta con la interrupción permanente del tránsito internacional, todos estacionaron sus autos y bajaron para cantar el Himno Nacional, participar de reuniones informales, esperando la asamblea de la noche, y presenciar números artísticos locales.
Reclamos al juez
«Si el juez Guillermo Quadrini frenara el paso de mercadería y equipamientos para las pasteras, entonces eso nos facilitaría mucho la posibilidad de salir de la ruta», admitió el vecinalista Juan Veronessi a LA NACION.
Este docente jubilado, y actual apicultor, señaló que entre los requisitos enumerados para habilitar la ruta figuraban exigencias al gobierno de Kirchner. «El Presidente nos prometió hace un mes que iba a reglamentar el Código Aduanero en una semana, y no lo hizo.»
Durante una reunión con ambientalistas uruguayos, los entrerrianos pudieron saber este fin de semana que la adhesión a su protesta iba en franco retroceso en el vecino país porque los uruguayos tienen mucho enojo por los cortes de ruta.
«Lo único que puedo decirle es que nosotros sabemos que a Botnia y a Ence las vencemos entre uruguayos y argentinos, solos no vamos a llegar a nada», reconoció Veronessi, y admitió que la estrategia de lucha incluye un «desgaste» de las empresas para que revisen su posición.
Hoy se encontrarán los ambientalistas y el gobernador Jorge Busti en Concepción del Uruguay para pedirle al juez Quadrini que frene los camiones que pasan por territorio argentino.
Desconfianzas
Entre los asambleístas de Gualeguaychú se vieron personas más tolerantes que otras a las ideas distintas sobre la estrategia de lucha. Ante el comentario de algunos sobre la posibilidad de que el acto de la asunción de Michelle Bachelet, como presidenta de Chile, facilite el encuentro de los mandatarios de la Argentina y Uruguay, una vecina exclamó: «Chile siempre estuvo en contra de nosotros, ¿a quién se le ocurre que los chilenos puedan ser mediadores en el conflicto?».
Uno de los primeros en proponer un levantamiento temporal del corte de ruta fue el empresario Alejandro Gahan, integrante de las primeras reuniones ambientalistas, y frente a su insistencia fue insultado por algunos de sus propios vecinos. «Mandate a mudar, mugriento, traidor.»
Ayer, Gahan reflexionó: «Como ya tenemos en claro la actitud de Uruguay, tenemos que ver qué podemos hacer para darle tiempo, que dé una señal, aunque sea poner en evidencia al gobierno, y después de unos días podremos comprobar, y Kirchner verá que el problema proviene en un 100% de la actitud ilícita de Uruguay».