La instalación de la empresa española Ence y la finlandesa Botnia ha generado gran preocupación en el corredor del río Uruguay por la alta capacidad contaminante que tendrían esas plantas y según destaca un comunicado oficial, los Gobiernos nacional y provincial vienen acompañando a los vecinos en su reclamo en defensa de la calidad de vida de los entrerrianos.
Una de las acciones encaradas al respecto, fue la conformación de una Comisión Binacional destinada a analizar el impacto ambiental que generaría la instalación de las papeleras. En este marco, técnicos y funcionarios de esta entidad se encontraron el viernes en Capital Federal para continuar con el trabajo que comenzó el 3 de agosto en Montevideo, según refirió el director de Desarrollo, Ecología y Control Ambiental de Entre Ríos, Gabriel Moguilner.
El primer informe de avance
“Coincidimos en que el primer informe de avance debe estar listo antes de que finalice enero de 2006, es decir en el marco de los 180 días acordados por los presidentes de ambos países”, explicó el funcionario entrerriano, no sin antes revelar que “se le entregó a la delegación uruguaya cuatro papers científicos que fueron redactados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, la Universidad Tecnológica Nacional, el Instituto Nacional del Agua, y por la Conserjería Legal de la Cancillería, sobre distintos puntos que nosotros analizamos como conflictivos”.
En este punto, Moguilner precisó que la preocupación puesta de manifiesto en los papers, está relacionada con “una crítica al método de blanqueo, que se considera una tecnología sucia; con la calidad del agua del río Uruguay, sobre la que ellos sostienen que no está en buenas condiciones, y nosotros demostramos lo contrario; sobre la aplicación de la tecnología europea; y aquello que no se ha cumplido en el marco de los tratados internacionales”.
Tras advertir que los avances son lentos en lo que compete al suministro de la información que requiere el Gobierno argentino del uruguayo, el funcionario dio cuenta que desde el vecino país “se entregó un CD que contiene el proyecto de la empresa Botnia”, pero no se le dio respuesta a un formulario de preguntas que había sido redactado por profesionales de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). En este sentido, y aunque ellos explicaron que “creían que había cuestiones que ya estaban contestadas”, se les requirió una respuesta formal a cada uno de esos interrogantes.
El próximo encuentro
Por otra parte, el funcionario entrerriano hizo saber que el próximo encuentro será en 31 de agosto en Montevideo. “A partir de allí iremos definiendo las otras reuniones en el marco de un cronograma tentativo ya acordado”, aclaró.
No obstante, hizo notar que lo que espera el Gobierno entrerriano es que “para la próxima reunión, estén contestados los interrogantes que en el cónclave del viernes no se respondieron”.
Párrafo aparte dedicó el funcionario a la Universidad de la República, que forma parte de la mesa de debate, ya que “planteamos la necesidad de conocer la visión de esta casa de altos estudios uruguaya, que aún no hizo conocer, pero que ya tiene todos los elementos y la información que nos falta”.
Ante una consulta puntual, Moguilner sostuvo que encontró en los uruguayos, más allá de algunos momentos de tensión en la reunión, “una actitud de colaboración y trabajo, pero siempre en el marco de lo fijado por la reunión de los presidentes, es decir, de estudio y compartir información”. Sin embargo, “no percibimos que se desee avanzar más”, concluyó.