El proceso que atraviesa Concordia, para Rivero, “tiene que ver con la política que ha adoptado el país en las últimas décadas respecto a un modelo económico y social que privilegia a un sector minoritario del empresariado y del capitalismo en desmedro del derecho igualitario de la sociedad”.
La gremialista resaltó las consecuencias de la aplicación del neoliberalismo en todo el país. “Se ha priorizado la precarización laboral, la privatización, el trabajo en negro, los contratos basura. Esto ha sepultado y destruido a Concordia. Ha hecho que se convierta de una ciudad pujante y de progreso en un cadáver, hablando del proceso de crecimiento interno”.
Cómplices de la pobreza
Rivero añadió que la dirigencia política entrerriana prácticamente no se ha removido desde el 10 de diciembre de 1983 a la fecha. “Hemos tenido la desgracia, desde que ha vuelto la democracia, de estar siempre en las manos de los mismos políticos con las mismas ideas, de ser más funcionales al poder que al pueblo que los elige”.
Tal como lo señalado por otros sectores sociales, Rivero le endilgó a la dirigencia el aprovecharse de la miseria cotidiana para su beneficio personal. “Esta gente usa para sus propios intereses este deterioro social, esclavizándolo a través del clientelismo político de manera tal que nos los ayuda a flotar dignamente. Mantienen el cautiverio del voto a través de la comida diaria”.
Incluso, subrayó la carencia de un proyecto que guíe a los sectores marginales para que salgan de su situación actual. “La políticas sociales son de emergencia, nunca tienen una proyección de formación, de capacitación que realmente que le permita volver a tener un trabajo digno a la gran cantidad de mano de obra útil y desocupada que hay”, añadió.
Rivero explicó que la acumulación de recursos fiscales producto del superávit en las cuentas públicas de la Nación debería ser utilizada para políticas de promoción social. “Vemos las colas de la gente que va a cobrar los planes Jefes y Jefas, los bonos PAF, las bolsas de alimentos y no podemos entender, teniendo en cuenta los aumentos de recaudación que ha habido en estos últimos años, como no se modifica la coparticipación federal de manera tal que regrese a la provincia y se invierta en el crecimiento de trabajo genuino”, indicó.
Volviendo a enfocar Concordia en su análisis, la secretaria general exhortó al intendente Juan C. Cresto a reclamar recursos en vez de buscar culpables foráneos. “Fíjate las declaraciones del intendente, son lamentables. Culpar de la indigencia y de la pobreza de Concordia al hecho que vengan los uruguayos para acá. Es desviar el verdadero análisis de donde debe ponerse, ellos son los verdaderos responsables. Es el Ejecutivo de la ciudad que debería estar exigiendo que la Provincia vuelque en Concordia lo que se va de Concordia”.
La desintegración de la familia
Un detalle, tal vez “tonto” admitió, pero que tiene un gran significado revela el estado social en el que se encuentra numerosas familias concordienses. “Cuando nos tocó ser alumnos, y algunos en los primeros años de docente, los alumnos dibujaban el plato de comida, la familia, la mesa, la olla, la mamá cocinando”, recuerda.
En cambio, en la actualidad “los chicos, entre los 6 y los 10 años, no dibujan ollas ni mesas. En su casa, desde que tienen uso de razón, ya no hay mamá cocinando, ya no hay olla. Hay comedor comunitario y hay papá y mamá mendigando, cirujeando, emborrachándose, prostituyéndose”.
“La educación es el camino”
Como no podría ser de otra manera, Rivero apuesta a la educación como vía para revertir el panorama actual. Pero advirtió que la escuela pública no está en condiciones de convertirse en un factor de cambio social. “Si no se invierte en educación, no se capacitan los docentes, no se garantizan las condiciones, sigue siendo funcional para esclavizar, adormecer, someter la movilización intelectual y de promoción social de la gente”.
“Así como vamos, nuestros alumnos hoy, dentro de 10 o 15 años, no van a tener la capacidad ni psicológica ni biológica ni intelectual ni social de discernir ni de organizar las políticas que van a necesitar para mejorar el futuro. Esto nos alarma”, explicó.