Los agentes de tránsito se quedaron «a pata»

La Dirección de Tránsito cuenta con una Renault Kangoo, una Volkswagen Caddy, una moto y la grúa. La Kangoo tiene problemas con el embrague y desde hace un mes no funciona. “Dicen que tienen que ir a licitación para comprar los repuestos”, explicó el delegado. En cambio, la Caddy hace una semana dejó de circular y ya tiene un desgaste importante. “Se le dio hasta lo último, hasta que se terminó rompiendo. Tiene más de diez años y viene de tres gestiones”, detalló.
Un detalle, la VW es el vehículo encargado de remolcar el carro donde trasladan las motos secuestradas. Por ende, “control de motos no se hacen porque no tenemos en que trasladarlas”.
Cuando se deben movilizar hasta la esquina donde ocurrió un accidente, los agentes pueden tomar el colectivo hasta las zonas alejadas como Villa Zorraquín, Villa Adela, El Martillo, etc. O, aunque parezca inverosímil, los mismos damnificados los trasladan. “Muchas veces los mismos conductores nos vienen a buscar o mandan a alguien”, expresó Coronel.
Los agentes de tránsito también deben ocuparse de controlar el tráfico en cercanías de las escuelas en horarios de entrada y salida. Actualmente solo pueden atender los establecimientos ubicados en la zona céntrica. Después las zonas que cubrimos como (avenidas) Tavella o Salto Uruguayo, que son escuelas muy peligrosas porque están sobre la avenida no las atendemos porque no tenemos movilidad”, indicó.
Respecto de los elementos de seguridad, el delegado aseguró que les proporcionaron un chaleco. Además, “la ropa vino fallada”. La devolvieron para que la cambien y no se las volvieron a entregar. “Campera no nos dieron”, acotó. Los conos que utilizan fueron donados por una compañía de seguros. “Es una vergüenza porque si hay corrupción empezamos por ese lado. No podés esperar que alguien de afuera te esté dando las cosas porque hay privilegios”, explicó Coronel.
En cuanto a los dispositivos de comunicación, explicó que la gestión anterior dejó 10 teléfonos en Tránsito. “Nosotros somos 40 o 50 para la calle. Yo ando en la camioneta y no tengo comunicación. Si me mandan a un choque tengo que volver a la oficina para saber si hay otro choque. Capaz hay un choque a una cuadra y no lo viste y tenés que volver”, explicó.
El delegado también cuestionó el lugar donde fue ubicada la Dirección, el ex Policlínico. “Fijate que estamos en la zona sur y los choques son todos en la zona norte”, indicó. Antes estaban en la ex estación Concordia Norte. “Era el lugar ideal porque estábamos en el medio”, detalló.
Incluso Coronel mencionó que son pocos empleados para encargarse de toda la ciudad. “Los pocos que han venido, en vez de traer para la calle, los trajeron para la administración. Y el tránsito es la calle, no es la oficina”, expresó. De la guardia nocturna solo se encargan tres empleados. “De los tres hay uno en la oficina”, explicó.
Otras quejas apuntaron a la falta de capacitación; la carencia de un radar para controlar la velocidad; la imposibilidad de controlar el nivel de alcohol de un conductor porque el alcoholímetro “lo tienen guardado”.
“Todo es culpa de nosotros. Hacemos cosas mal y nos tenemos que hacer cargo pero no todo es culpa de nosotros. Un móvil que no ande no es culpa mía; la ropa, campera y el teléfono no es culpa mía”, indicó. Hay que tener en cuenta que los agentes están a las órdenes del director de Tránsito, Carlos Varela, que a su vez depende de la secretaría de Gobierno, a cargo de José Bechara, funcionario que obedece al intendente Gustavo Bordet.

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