«Estamos dispuestos a jugarnos, sin que el gobierno tenga que pagar el costo político. Nosotros vamos a levantarlo, pero que nos apoye Gendarmería, para asegurar después la libre circulación», señaló Raúl Beber, un comerciante que se vio seriamente afectado por el piquete y que opinó que, después del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, «han pasado de ser ambientalistas a piqueteros corta ruta», publicó el diario El País, de Uruguay.
Mientras tanto, el Grupo de Ciudadanos Movilizados, que presentó una demanda contra el piquete y que fue tomada por el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, espera que la Justicia ordene que se levante el corte.
La demanda se sumó a una realizada por Gendarmería cuando se inició el piquete por la instalación de la pastera Botnia, allá por 2006. Por ese entonces, se ordenó «la libre circulación». Sin embargo, no se cumplió.
A todo esto, los piqueteros de Gualeguaychú se diferenciaron de quienes están contra el bloqueo en el puente internacional y calificaron el corte como «una medida de contención».
Juan Veronessi, representante de los asambleístas, reiteró que el piquete seguirá «porque es la bandera levantada para que se vaya Botnia», mientras que Andrés Rivas calificó el corte como una medida «de contención» para frenar a quienes quieren acciones más fuertes.