Boulevard San Lorenzo tiene semáforos de oeste a este en muchas esquinas, sobretodo en las intersecciones con las calles principales. Pero desde Hipólito Irigoyen hacia el este, no hay ninguno que frene a los autos o algún obstáculo para aminorar la velocidad, exceptuando la vía y un lomo de burro cerca de la playa Nébel.
Hace dos días, la hija de Benítez venía cruzando cuando fue atropellada por un menor de edad que circulaba en una moto. “Sin ningún tipo de documentación”, arguyó el padre de la menor. Las lesiones la dejaron postrada en una cama por un período de dos meses.
En la esquina de Lamadrid, al igual que en la intersección con Colón dos cuadras antes, había semáforos pero fueron retirados por el personal municipal. Los vecinos no saben porque quedaron inactivos y luego se los llevaron. “De un día para el otro nos levantamos y se fue”, dijo el vecino. “Queremos lomos de burros que pongan aunque sea sostener un poco los autos”, agregó.
De hecho, los vecinos coinciden en que es inexplicable la ausencia de obstáculos en la esquina de una escuela. “Acá siempre hay accidentes. Los otros días venía un camión, dobló ahí y a un muchacho de la esquina lo chocó. Le rompió todo el camión al auto”, dijo Benítez.
“No queremos semáforo porque si está rojo pasan como vienen. Queremos lomo de burro y vamos a cortar, hoy, mañana, pasado y el día que sea. Si tenemos que estar tres o cuatro días seguidos vamos a estar. Queremos una solución”, indicó. Minutos más tarde llegaron el director de Tránsito, Enrique Legarreta, acompañado por el responsable de Transporte, Carlos Peñaloza y el responsable de Electrotecnia a dialogar con los vecinos.