Loggio indicó que “el precio que se paga por tonelada exportada en dólares es siempre más tentador que vender en el circuito local en pesos”. Además, Loggio recordó que la medida se tomó “en última instancia y luego de que fracasaran todas las negociaciones encaradas por el Ministerio de Agricultura de la Nación para encontrar un consenso entre el Gobierno, la cadena de producción nacional, los productores y los exportadores a fin de generar un equilibrio que atienda tanto los intereses de proteger el bienestar general de unos y de maximizar las ganancias de otros”.
El legislador también cuestionó la reacción de las patronales rurales, a las que calificó de “oportunistas” por tomar “de manera sesgada” una decisión política circunstancial para generar un conflicto “en un año electoral donde las pretensiones de las entidades rurales pasan por volver nuevamente al macrismo, al país del centenario de vacas gordas y peones pobres”.
Por otra parte, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias decidió pasar a un cuarto intermedio hasta este martes para buscar consenso entre los productores con el fin de lanzar una medida de protesta contra el cierre de exportaciones de maíz dispuesto por el Gobierno, según publicó Ámbito Financiero.
La semana pasada, el gobierno suspendió temporariamente la exportación de maíz hasta el 1 de marzo de 2021, cuando arranca formalmente la nueva campaña 2020/21 del cereal. “Esta decisión se basa en la necesidad de asegurar el abastecimiento del grano para los sectores que lo utilizan como materia prima en sus procesos de transformación, básicamente la producción de proteína animal como carne de cerdo, pollo, huevos, leche y feedlot, donde el cereal representa un componente significativo de sus costos de producción”, justificó el Ministerio de Agricultura. El maíz pisingallo queda exceptuado de la medida, según publicó Página 12.