El costo de los terrenos, la infraestructura y los servicios, la seguridad en el abastecimiento de energía eléctrica, gas y comunicaciones y los regímenes de promoción en materia tributaria son algunos de los elementos que han evaluado como motivantes los empresarios que han arribado a esta provincia con sus industrias.
En las últimas radicaciones hay inversiones locales, pero también de otras provincias e incluso de capital extranjero, según los datos que maneja la Secretaría de la Producción de Entre Ríos. Todo eso hace una gama diversa y extendida de empresas que eligieron la provincia como escenario para emprender la actividad productiva, según se desprende de los ejemplos que se comentan a continuación.
Inversión energética
Hace poco más de un mes el gobernador Sergio Urribarri inauguró la nueva planta móvil de generación de energía de Emgasud, ubicada en el Parque Industrial de Paraná. El presidente de la empresa, Alejandro Ivanissevich, precisó que la firma ha invertido en la provincia 70 millones de dólares y explicó que la planta de Paraná y la de Concepción del Uruguay “permitirán independizarse del abastecimiento eléctrico desde la zona de Santa Fe”.
Además explicó que las plantas permitirán que el crecimiento productivo y de servicios en la provincia continúe. “Contribuirán al sistema de abastecimiento de Paraná, que actualmente importa energía de Santa Fe, y entre la planta de Concepción del Uruguay y esta prácticamente se independizará del abastecimiento eléctrico desde la zona de Santa Fe”.
La inauguración de la planta móvil se dio en el marco de la instalación de otras diez unidades en distintos puntos del territorio nacional. Emgasud presta servicios de distribución y transporte de gas natural, generación de energía eléctrica, construcción de gasoductos de alta presión y redes de distribución.
Emgasud tiene previsto comenzar a operar comercialmente a fines de agosto, a través de las interconexiones eléctricas de los centros de operaciones que le fueran otorgados por licitación en seis ciudades argentinas, entre ellas Paraná y Concepción del Uruguay.
Rumbo a otras culturas
Lo que la cultura rechaza el negocio aprovecha. Ese puede ser el lema con el que un grupo inversor chileno –con un socio entrerriano– ha encarado una actividad verdaderamente exótica en General Galarza, departamento Gualeguay.
En el área industrial está próximo a abrir sus puertas una procesadora de garras de pollo, que tiene mercados asegurados en China y Vietman. “Vamos a trabajar con frigoríficos chicos que no procesan la garras, y de esta forma los vamos a beneficiar porque apuntamos a agregar valor a algo que no se comercializa actualmente”, explicó el entrerriano Mariano Terraza, asociado a empresarios chilenos para este emprendimiento.
La inversión de la planta se estima en 5 millones de pesos y tendrá una capacidad de almacenaje de alrededor de 400 toneladas. La mercadería será embarcada en contenedores que parte en barcos cargueros hacia sus destinos asiáticos. “Probablemente –anticipó Terraza–, en 20 días podremos comenzar las pruebas, pero ya la semana que viene estamos invitando a la población de Galarza para que realicen una visita guiada a la planta”.
La firma ya tiene actividad en la zona, con producción metalmecánica, de biodiesel y otros rubros. El secretario de Gobierno del municipio local, Diego Drueta, destacó el respaldo oficial para facilitar la radicación. “Se ha colaborado en algunos temas como el suministro de energía. En ese sentido –sostuvo Drueta– hubo muy buena predisposición la Secretaría de Energía de la provincia para el tendido de líneas. En tanto el municipio invirtió unos 70 mil pesos en parte de esta obra, que para un municipio de segunda categoría esto es un monto importante”.
El factor humano y el clima
Para el empresario Marcelo Cabese la calidez humana entrerriana y el clima fueron determinantes al momento de plantearse un lugar donde desarrollar sus inversiones. “Si bien una de las determinantes para invertir en Entre Ríos fue que ya teníamos campos en esta provincia, estamos muy conformes en términos generales por la forma de ser de la gente, el trato con las distintas entidades y con los empleados y el clima favorable para el emprendimiento. Eso fue determinante para seguir apostando aquí”, aseguró Cabese.
El hombre de negocios está al frente de una firma que cría ñandúes y yacarés. Su empresa es una de las tantas que no se concentra en área específicamente industrial, pero que suman a la gama de establecimientos que han arribado a esta geografía provincial en los últimos años. Ubicada en la zona del Acceso Norte de Paraná, la firma se dedica a la cría de ñandú y la comercialización de carnes y cueros. Y ahora ha sumado la actividad con yacarés.
Del reptil sólo aprovecha el cuero aunque por estos días se hizo la primera faena, con el objetivo de comenzar a comercializar la carne. La usina de provisión de yacarés la constituye la Secretaría de la Producción de Entre Ríos, con excedentes poblacionales del programa precisamente conocido como “Yacaré”.
Después de haber liberado más de 3.000 reptiles en los humedales entrerrianos, como parte del plan destinado a la repoblación, hoy varios ejemplares son derivados a la firma instalada en Paraná, a punto de inaugurar su frigorífico.
“En el caso del ñandú –explicó Cabese– se utiliza preferentemente la carne para consumo humano, aunque el cuero es muy buscado por su calidad y se utiliza en zapatos y carteras de alta gama, tanto para damas como para hombres. En el caso del yacaré se aprovecha el cuero que es lo más caro. Se utiliza parte del vientre del animal que es un cuero con características únicas y que se usa en carteras y zapatos. En cambio la parte del lomo se usa en botas y sobreros”.
Nuevos capitales para un recurso prehistórico
La industria yesera, de histórica presencia en la costa oeste de la provincia, ha recobrado impulso con el arribo de capitales franceses que garantizan continuidad a una industria que fue motor de surgimiento de la localidad de Piedras Blancas, en departamento La Paz. De esta forma la cantera Tuyango, perteneciente a Saint-Gobain y ubicada en el acceso Piedras Blancas, procesa entre cinco mil y seis mil toneladas del mineral por mes.
Según explica Sergio Arnold, uno de los representantes de este nuevo grupo inversor, “el interés particular de Saint-Gobain por esta empresa, se dio por la amplia gama de productos ligados a la construcción”. Cerecita, salpicré, súper igam o tacuru son nombres de marca tan conocidos que sirven para denominar el producto en general. La palabra “salpicré” hoy denomina un verbo específico en la construcción, pero su origen es de un producto que sale de las entrañas mismas de la geografía entrerriana.
Si bien la empresa que realiza la explotación es de origen francés, quienes trabajan en ella son personas de la zona de Piedras Blancas. “No somos nuevos aquí, ni somos desconocidos, esto nos facilita las cosas. Además tenemos una muy buena relación con el área de Minería de la provincia y con la gente del municipio de Piedras Blancas”, dijo Arnold.
Con más de 70 operarios y la multiplicación de fuentes de trabajo en unos 200 puestos en forma indirecta, la firma Saint-Gobain se ha convertido en una de las principales proveedora de yeso en toda la región, especialmente en el mercado porteño.
Originalmente, de sus canteras salió el material con que se ornamentaron las suntuosas residencias y edificios públicos construidos desde la década del ’30 del siglo pasado. En la actualidad, el yeso de Piedras Blancas es utilizado para elaborar cemento, mejorar los suelos en la industria del vino, como material de construcción, moldes para cerámica, dentistería y ortopedia.
Made in Cerrito
Toda una novedad para la zona de Cerrito fue el arribo de una fábrica de cartuchos de caza y competición, de capitales españoles. Desde esa localidad saldrán hacia el viejo continente los proyectiles con la marca CTL Activ Argentina SA. Se trata de una inversión de 40 millones de pesos.
“Me gusta la zona y su gente. Además, como empresa exportadora la cercanía con la ruta 12 nos resulta beneficiosa para la salida de la producción. En la empresa va a trabajar gente de la zona”, indicó el presidente de la firma, José Luis Urcelay Vicuña.
La fábrica necesitará cerca de 40 operarios por turno, por lo cual se espera generar alrededor de 120 puestos de trabajo en forma directa. El intendente local Orlando Lovera reveló que la radicación es posible gracias a que existe la conexión física entre Victoria y Rosario, por donde puede transitar el material necesario para la construcción de los cartuchos.
Antes de confirmarse la radicación, el gobernador Sergio Urribarri visitó la casa matriz de la empresa en España y mantuvo diálogo con directivos del grupo inversor Cegasa, y esa visita fue devuelta por el presidente del grupo unos meses más tarde.
Concretamente de Cerrito saldrán cartuchos para escopetas calibres 12, 16 y 20 e insumos como vainas y tacos para los cargadores de cartuchos. Y los mercados de destino son el interno nacional, pero también Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay, España y Francia.
Un salto de orilla
“Entre Ríos nos resultó el mejor lugar para seguir apostando”, dijo Darío Benítez, titular de la empresa láctea Vidalac. El nombre de la firma estuvo en la consideración de los medios cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó, el 7 de mayo, la planta, que tiene 6 mil metros cubiertos. En esa oportunidad, cabe recordar, la mandataria estuvo también en la firma Petropack SA, de fabricación de envases plásticos, y Pur Sang, la fábrica de autos y aviones de estilo antiguo que vende en los países del primer mundo.
La inversión en Vidalac superó los 2 millones de pesos y estuvo pensada para radicarse originalmente en Recreo, pero las condiciones que brindaba Entre Ríos cambiar de planes al titular de la fábrica. “En total, son 11 líneas de envasado, que pueden producir alrededor de 2 mil toneladas de alimento en polvo por mes”, explicó el empresario. El punto de partida de la recientemente inaugurada fábrica se producirá con la elaboración de dos sopas instantáneas y una línea de papillas fortificadas, segmentadas para bebés, consumidores de la tercera edad y mujeres embarazadas, en versiones de comida diaria y postre.
“Son todos mix de complejos proteicos; pueden ser arroz, papas, zanahorias, leche u otros productos. El mercado nacional no está muy desarrollado, pero tienen una creciente demanda en el exterior”, dijo Benítez.