Lo que no mata fortalece

Estamos tanto tiempo obligados a estar en nuestras casas que pensamos más allá del día a día y comparamos y nos damos cuenta de lo que en la vertiginosidad de nuestras vidas no percibíamos. El contraste entre lo que vemos y lo que creíamos ver es tan abrumador, que lastima. Basta recordar lo que decíamos ayer, lo que desestimábamos, lo que ignorábamos.  

La importancia de un Estado fuerte al que veíamos como un cáncer. Raro observar ahora que ese cáncer, NO mata, por el contrario cura, nos protege. Contrariamente, el “libre-mercado” al que el Estado (decíamos) debe dejar de joder para que el país y todos crezcamos, se muestra hoy en toda su ejemplaridad. El super de la cadena “La Anónima” de Peña-Braun en Venado Tuerto fue clausurado por vender “carne podrida”; el dueño de Techint despidió a 1500 trabajadores en plena crisis sanitaria ; el dueño de Aceitera Vicentín (el mayor deudor del banco Nación) fue atrapado en plena cuarentena, escapándose en su yate ; los alimentos, alcohol, etc. no paran de aumentar sus precios ; patrones que cierran sus negocios dejando a sus empleados a la deriva … ¿ nos dice algo esto?.

Comparamos también las consecuencias y tratamientos de esta enfermedad en las dos economías más potentes : EE.UU y China. ¿cómo trataron allí a sus pueblos y cómo cada uno cuidó al resto del mundo?. Ya se sabe que cuidarte vos, es la mejor manera de cuidar al otro.

En China, donde nació este virus del que nada se conocía, los infectados no llegan a 100 mil y los muertos son menos que los de Italia. Todos pudimos ver cómo el Estado Chino construía un hospital de  1.000 camas en 10 días. La economía dejó de funcionar, las ciudades se cerraban, literalmente, pero en ese país donde viven más de 1.400 millones de almas, los infectados y enfermos terminaron siendo pocos y no se clasificaban entre pobres y ricos.

En EE.UU. (350 millones de habitantes, un cuarto de la población china) cuyo presidente privilegió NO parar la economía, los infectados ya superan los 400.000 y contabiliza más muertes que China, Italia y España. ¿quiénes son los que más mueren en EE.UU?. Y sí, negros y latinos o sea, pobres sin seguro social. Tan preocupado por la vida de sus ciudadanos está Donald Trump que en plena pandemia puso a sus fuerzas armadas a acosar al “Estado de la narco-política venezolana”. Distraer la atención , tan obvios y sobretodo, tan crueles.

Las dos principales potencias del mundo muestran al mundo sus resultados y nos dejan preguntas que ahora tenemos tiempo de formularlas, discutirlas, analizarlas. Imposible que no nos ayuden a ver mejor las cosas. La idea de Yanquis defendiendo a la humanidad de los chinos malos, solo en películas.

Pero podemos no irnos tan lejos, nosotros aquí tenemos ejemplos mucho más cercanos : Argentina y Brasil o Chile, o Ecuador, elija y observe que ideologías gobiernan estos países.

No es pura casualidad que el sistema neoliberal NO ponga el acento en el hombre de carne y hueso. Entonces y si es que el neoliberalismo no ha logrado limarnos la cabeza, ¿ procuraremos un mundo mejor?.

 

Y AHORA SÍ, EL IMPUESTO A LOS ESCANDALOSAMENTE RICOS ?

Es que, así como está el mundo no puede seguir. Hoy más que nunca queda claro que la enorme distancia social que existe entre los que mas y menos tienen es grosera, escandalosamente grosera. Que el 1 % de la humanidad, concentre la misma riqueza que el 50 %, resulta insoportable para cualquiera.

Hace días falleció el dueño del banco Santander, luego de contraer coronavirus. Su hija declaró “Somos millonarios pero mi papá presidente del Banco Santander murió solo y sofocado, todo el dinero se quedó en casa”. Entonces, ¿Qué defienden los que defienden este sistema tan injusto?

E l presidente A.F contó que al finalizar su reunión con la nueva dama de hierro, la alemana Angela Merkel, esta le dijo “nunca entendí porque en Argentina los ricos pagan tan pocos impuestos”.

La explicación la tenemos cada vez más cercana. Los ricos son dueños no solo de la riqueza, lo son también de nuestro sentido común, el que nos lo recuerdan diariamente a través de los grandes medios de comunicación que les pertenecen.

Desde ese lugar nos hacen creer que el problema son los que cobran la Asignación Universal por Hijo, la tarjeta alimentaria y los $ 10.000 de los changarines y monotributistas a los que el Estado ayuda en esta oportunidad.

¿En que cabeza cabe que los que no tienen ni para comer, sean el problema? ; Cómo no darse cuenta que los responsables de nuestros males son aquellos que matan, persiguen, invaden pueblos para someterlos y a los que no pueden, los cercan, los aíslan, los hambrean. Como no saber que en Argentina hay un grupito minúsculo de ricachones que evadieron un PBI entero y lo tienen en paraísos fiscales.

Dinero sucio, mal habido, ese que se cansaron de robarle al Estado, o sea a todos nosotros. Y cómo no darnos cuenta también que todas las veces que algún político osó ponerles límites, cobrarles impuestos, hacerles poner una monedita, se le tiraron encima.

El encierro del coronavirus nos puede obligar a aprender un poquito de nuestra historia y del comportamiento recurrente de los dueños de este país, de los Rocca, los dueños de Clarín y Nación, los sojeros y terratenientes. A ninguno de ellos les importan los partidos, van por las ideologías, atacaron tanto a Irigoyen como a Perón, a Illia como a Campora, a Alfonsín como al kirchnerismo.

Fue notable como el diario Clarín informó respetuosamente que en Europa los gobiernos intentan gravar con un impuesto especial a las grandes riquezas, similar a los que se propone Alberto Fernández, solo que aquí el título de Clarín fue “El ala dura K impulsa el “impuesto patria”.

Después de todo NO es tanto lo que tenemos para aprender en esta cuarentena 

Entradas relacionadas