Lo mejor es ir a las fuentes

Cuando el candidato a intendente de una, afirma que con el dinero de la fuente se podrían hacer muchas otras obras prioritarias, pone en evidencia que jamás cruzó más allá de los boulevares. Si no, se hubiera enterado que en estos casi ocho años de gestión, obras realizadas a través del PROMEBA garantizaron 175 cuadras de asfalto, cordón cuneta, cloacas, desagües pluviales y luminarias para 12 barrios del noroeste de Concordia, beneficiando a cerca de 1.600 familias. 

Se hubiera enterado, por ejemplo, que el barrio El Silencio, emblema de diversas problemáticas sociales durante muchos años hoy se ha transformado gracias a las políticas de inclusión, mejorando sustancialmente la calidad de vida de los vecinos que viven en este sector de la ciudad. El CIC de El Silencio es un ejemplo de la intervención activa del Estado, garantizando la atención de consultorios de Pediatría, Clínica General, Ginecología y Obstetricia, Odontología, Kinesiología, Psiquiatría y Psicología. 

El candidato a intendente de una, ignora también que luego de ocho años se han pavimentado cerca de 1.200 cuadras en distintos puntos de la ciudad, otorgando viviendas para cerca de 1200 familias a través de planes de la Nación, la provincia y el municipio. El candidato a intendente de una, se hubiera enterado que hoy Concordia cuenta con nuevos accesos, una nueva y embellecida Costanera, la obra del Manzores, el Centro de Convenciones, varios espacios verdes recuperados, transformando a la ciudad en un destino turístico sumamente atractivo, generando trabajo genuino para el sector gastronómico y de hotelería. 

En fin, estos son sólo algunos de los datos que el Sr. Cristina desconoce o ignora y que lo llevaron a cometer el error de opinar sobre la inconveniencia de la obra de la fuente de aguas danzantes. Seguramente en el futuro, cuando pasen las elecciones de octubre, el hoy candidato a intendente de una, volverá a su febril y destacada tarea organizando la comparsa, volverá a las plumas y las lentejuelas y se olvidará, al menos por unos años, sobre qué ciudad queremos los concordienses.

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