Los hechos se desencadenaron el último domingo, en horas de la tarde. Una denuncia anónima alertó a los policías sobre la presencia de individuos sobre los techos de la panadería “La Perla”, actualmente abandonada, en la esquina de Avda. Castro y Salta.
“La denuncia dice que estaba robando, pero que prueba tienen” se preguntó su hermano. “No sabemos que hacía arriba del techo porque los muertos no hablan, no sabemos si estaba robando, para que vamos a hablar”, añadió.
“A él lo ven arriba del techo, viene este policía, Ríos, y como de cinco metros le tira tres tiros y le pegó. Cayó desde allá arriba, se sintió el ruido y el grito. Lo sé por comentarios”, dijo su familiar, quien no fue testigo directo pero a los pocos minutos estuvo en el lugar porque vive en las inmediaciones.
“Dicen que él (Rodríguez) tenía un arma y el agente Ríos tenía un tiro en el brazo, que mi hermano le había tirado con un 22. También dicen que andaba con dos más, ¿Qué otros dos más? El andaba solo, había ido a la casa del suegro a tomar unos mates. Al ratito, se sienten tres disparos y a la mujer le vienen a decir que le mataron al marido”, indicó Darío.
Su hermano desconfía de la versión consistente en un supuesto enfrentamiento que entre Rodríguez y un cabo de la Policía. “Que le haya tirado al cabito Ríos es difícil, es todo inventado por la policía. Me parece que la policía se equivocó. Entonces inventaron todo eso para tapar la falta” dijo.
Cuando la esposa de Rodríguez llegó al escenario de los hechos, un cordón policial le impidió acercarse a la víctima. “La empujaron como si fuera cualquiera, va el padre de ella y también lo empujaron”, precisó su hermano.
Dos horas tirado
Sus familiares desconocen si aún tenía vida Rodríguez cuando cayó desde el techo. Lo cierto es que tampoco hicieron ningún esfuerzo por prolongársela. La primera ambulancia que llegó, se llevó al policía que supuestamente fue herido por Bogado de un disparo en un codo. “La ambulancia lo atendió al cabito este, Ríos. Lo llevan como si era el rey, el presidente”, aseguró el hermano.
En cambio, el cuerpo del ladrillero estuvo dos horas tirado en el suelo antes que la ambulancia lo trasladase al hospital. “Cuando lo llevan a mi hermano, ya estaba hecho bolsa. Capaz que si tenía algo de vida, lo mataron ahí porque no dejaban pasar a ningún familiar”, añadió.
Los familiares de Rodríguez acudieron a la comisaría Tercera para saber que era lo que había sucedido y como seguir la causa. “En la Tercera se lavaron las manos, nos mandaron a la Cuarta, nos ignoraron”. Lo curioso es que la comisaría Tercera tiene jurisdicción natural sobre la zona, se encuentra a menos de cinco cuadras de esa esquina.
“No era un santo, tampoco un malandra”
“Yo no digo que mi hermano era un santo. Dicen que tenía no sé cuantas causas. Pero me juego la cabeza que no tenía tantas causas como le dan ahí. Queremos que se haga justicia, que se diga la verdad, que todo eso que salió en el diario (‘El Sol’), que era un malandra, un asesino, es mentira ¿Dónde están las pruebas?”, expresó su hermano.
Darío aseguró que Ismael fue detenido por la policía por “problemas familiares”. “Como cualquier pareja que se pelea pero después están juntos. Lo ‘cazaban’, lo agarraban a ‘guachazos’; pero nunca, ningún antecedente de otra cosa. ¿Dónde están las pruebas que el tiene antecedentes?”, dijo.
La esposa de Rodríguez, Carolina Gauna, 20 años, aseguró: “cada vez que íbamos en el carro, o andaba en el barrio porque tiene caballos cuidando, cada dos por tres lo paraban y le tomaban los datos. Luego llamaban por radio y decían ‘ah, no, disculpa, vos no sos’. Yo tengo una nena enferma y siempre nos movíamos en el carro, parece que no nos podían ver en el carro porque éramos unos delincuentes”.
Gauna luego indicó: “Ellos no tenían motivos para tenerlo marcado, ellos los veían trabajar, a tres cuadras se ven los hornos de ladrillos. Todo eso era de mi hermano”.
Su hermano es escéptico respecto del accionar de la Justicia. “Dicen que está preso en la Central, estará tomando café y mate, seguro que de noche se va a ver la familia”, expresó el hermano. Darío desconfía de lo que pueda suceder en Tribunales. “En la Justicia de Entre Ríos no confío, se tapan entre ellos”.
Luego añadió: “no podés confiar en la Justicia, cuantas muertes hay, pila de muertes de gatillo fácil y todo queda impune, nadie investiga nada”.