En el aserradero “Grantón”, aseguran que no hay suspendidos por el momento. Tienen 18 empleados. No obstante, el administrador Rafael Grantón, dijo que esta semana los turnos se iban a recortar en una o dos horas diarias. Además, destacó que se vive un momento “complicado” porque bajó la demanda de pedidos de Buenos Aires y no sabía hasta cuando se iba a prorrogar la situación.
En la impregnadora “Abdala” explicaron que el año pasado tenían cuatro empleados pero ahora quedan dos. Por el momento no hay horas extras pero el trabajo está “paralizado”; “totalmente parado”. El propietario de la fábrica tiene un camión que carga para Masisa. No obstante, hace tres meses que no le encargan ningún viaje. Y si bien no tramitó ningún subsidio para evitar despidos, no descartó que en algún momento lo haga.
Otro aserradero es “Berdala”. La administradora, Mariela, explicó que mantienen a todos los empleados y los turnos de trabajo siguen siendo de ocho horas. De todas formas, admitió que al actividad esta “media parada” y “por ahí se cae” pero descartó la tramitación de algún subsidio para mantener la fuente de trabajo.
Desde el secadero “Madersec” sostuvieron que las ventas se resintieron entre un 10 y un 20 %. “Es variable, depende de los clientes”, indicó el encargado. Por ahora, mantienen la planta de trabajadores actuales quienes cubren turnos que abarcan las 24 horas y no piensan reducir el ritmo de la producción. “Quizás en algún momento podría pasar eso pero tendría que empeorar mucho la situación”, dijo.
En la planta procesadora de la Cooperativa Trento de Salto Grande no hay actividad desde septiembre del año pasado por algunos problemas. Pero el encargado de la misma, Jorge Chiarello, aseguró que el 1º de abril iba a reabrir sus puertas. En la actualidad tienen seis empleados en relación de dependencia. Con ayuda de la Cafesg y el Inti, la planta volverá a recibir frutas y verduras cosechadas en un radio de 200 km. a la redonda y más distantes aún para procesarlos y enviarlos al mercado interno.
En Industrias Benaco, la situación es crítica. Desde noviembre del año pasado, la planta está paralizada. “La crisis no es de ahora, viene de hace rato”, sostuvo el ingeniero Flavio Peroni, a cargo de la planta que fabrica rodamientos y productos de tornería fundamentalmente para maquinaria agrícola como cosechadoras y sembradoras. Desde hace dos meses que nadie realiza ningún encargo. Tenían siete empleados en el auge de la actividad. Hoy no tienen ninguno. “Menos mal que me agarran sin empleados este momento”, dijo Peroni.
El ingeniero aseguró que no veía ninguna salida a la crisis actual. “Por lo menos hoy no la veo”, indicó. Además, sostuvo que Masisa les había hecho algunos encargos en los meses anteriores, fundamentalmente rodamientos y trabajos de matricería. Pero también se frenó la demanda del conglomerado fabricante de tableros. “Está todo igual el Parque. Antes veías desfilar los camiones por la balanza del parque a toda hora. Ahora si ves tres en el día es mucho”, dijo Peroni. “Si naciera de nuevo en este país no me dedicaría a la industria, eso lo tengo claro”, confesó.
El responsable del aserradero “José Albors” es Juan Albors. El responsable sostuvo que debió despedir al 40 % del personal. Esto significa que entre seis y siete empleados quedaron cesantes, el último en febrero. En tanto la demanda de sus productos descendió en un 60 %. Asimismo, indicó que la competencia desleal hace estragos en el rubro, porque no tiene forma de competir con los números presupuestados por la competencia con “gente en blanco”.Asimismo, sostuvo que no tramita subsidios para mantener la mano de obra porque “no llegan nunca” y tiene relación con Masisa porque le encargaron algunos trabajos pero bajó la demanda de la fábrica y además cambiaron de proveedores.
Ajuste de costos interno
El ingeniero Javier Busch es el gerente de Masisa, aseguró que desde el último bimestre del año pasado se vieron obligados a realizar un plan de ajuste bastante importante debido a la caída en la demanda de productos de los mercados internacionales y del mercado interno. “Este ajuste se tradujo en la suspensión de todo tipo de tareas no vital ya sea: paradas de mantenimiento, reemplazos de repuestos, contrataciones de servicios a terceros, etc.”, indicó.
De esa forma, la planta debe adaptarse a los nuevos niveles de producción. “La gente que volvió de las vacaciones está haciendo tareas internas y pensamos de no alterarse nuevamente las condiciones de mercado mantenernos así, optimizando la planta de la mejor manera posible”, señaló el gerente. Los tres turnos que cubren las 24 horas del día están trabajando normalmente los días de semana. “Habitualmente la planta no estaba parando los fines de semana y ahora estamos con la planta detenida con guardias de emergencia”, indicó.
Masisa cuenta con 390 empleados en su plantel estable y 200 de personal contratado en forma indirecta del resto de las empresas contratistas (mantenimientos y fletes). En este sector se han producido bajas laborales debido a que la empresa bajó el volumen de trabajo. Busch dijo que desconocía cuantos empleados que dependían indirectamente de Masisa quedaron cesantes. “No tenemos incidencia directa sobre como maneja cada contratista su empresa pero estimo que por haber bajado el volumen de trabajo acá ha impactado en el volumen de facturación de cada compañía de manera importante”, indicó.
“Hemos hechos un fuerte ajuste de gastos para poder adaptarnos a este nuevo escenario. En general se nos han caído mercados de exportación”. Las molduras que eran enviadas a EEUU dejaron de exportarse. “Es de público conocimiento la crisis en el sector inmobiliario que hay ahí ha impactado”, indicó. En el MERCOSUR, desde noviembre en adelante se ha visto una retracción del orden del 40 % de los envíos. “Esa es la realidad que tenemos ahora”, indicó Busch.
Hasta el momento, no hubo reducciones salariales. “Pensamos mantenernos en esa tónica siempre que no haya cambios bruscos en el escenario comercial”, indicó. Por ahora, no están pensando en solicitar procedimientos de crisis o subsidios. “Los procedimientos de crisis han sido internos: planes de reducción de costos en todos los rubros”, explicó. “Apostamos a que esto se modifique y el mercado comience a demandar nuevamente. No lo hemos visto hasta ahora pero apostamos a eso. El peor escenario sería que baje más la demanda. Creeríamos que no debería bajar más la demanda”, expresó Busch.
Preocupación en el comercio
Un grupo de empleados, entre seis y siete, quedaron sin trabajo hace pocos días. Todos prestaban servicio en el hipermercado Carrefour. El secretario general del Centro de Empleados de Comercio, Juan José Simonetti, explicó que no se trata de un despido legalmente hablando sino de empleados que cumplieron el período de pruebas pero no pudieron quedar efectivos en la firma.
“Estas grandes empresas en muchas oportunidades, para las Fiestas, toman trabajadores a una empresa que los envía a trabajar a un local de Carrefour. Son empleados de agencia que cumple el período a prueba y si son bien conceptuados los incorporan como trabajadores propios”, explicó el gremialista. Pero en este caso, la empresa decidió no incorporarlos.
“Generalmente son incorporados a la empresa sin ningún tipo de problemas o INC (SA) como es la razón social de Carrefour y después quedan con un contrato indefinido pero tuvieron la mala suerte de que pasó todo esto en el país y Carrefour optó porque no pasaran a la planta”, dijo. De todas formas, sostuvo que el hipermercado no despidió a ningún trabajador de la planta formada por 90 personas.
En el resto del comercio local, la situación se mantiene estable aunque el mes pasado hubo “alguna señal de que podía llegar a haber despidos pero no sucedió nada”, dijo Simonetti. No obstante, indicó que en ocasiones los empresarios toman precauciones “por lo que puede llegar a venir” y despiden personal con poca antigüedad. En febrero hubo “siete u ocho casos”, consignó el gremialista. “Por ahora no ha sucedido nada que pueda llegar a preocuparnos mucho”, indicó.
Por último, descartó que desde el comercio se estén realizando tratativas para obtener subsidios con la finalidad de no producir despidos. “Si en la industria y el campo pero no precisamente el comercio”, señaló. “No sé si habrá algún tipo de subsidios para las empresas; por lo menos yo no tengo conocimiento”, indicó.
El presidente del Centro de Industria, Comercio y Servicios de Concordia (CICS), Horacio Fratichelli, dejó claro que la crisis ya no se ciñe únicamente a las medidas de la pantalla chica que muestra imágenes del primer mundo. En realidad, ya se palpa en la calle y en los bolsillos de la gente. “Ya está repercutiendo en las ventas. Se nota bastante menos venta que meses anteriores. Incrementado esto con los impuestos, los aumentos generales, los gastos fijos que hay y se ve el comercio bastante complicado”, indicó.
El titular del CICS indicó que la baja en las ventas “varía mucho según los rubros” y consintió en que hay rubros “mucho más afectados que otros”. En los supermercados y almacenes las transacciones declinaron entre un 25 y un 30 %. En consecuencia, se estima que en otras actividades el descenso ha sido aún más pronunciado.
¿Cómo se hace para soportar una caída de ventas semejante si se prolonga mucho tiempo? “Hay que bajar los gastos fijos que son muchos para tratar de mantener empleados. Eso sería lo último que haríamos. Yo de mi parte y de muchos que estamos en el Centro de Comercio no queremos dejar gente afuera”, indicó.