La confirmación del traslado generó una cierta tranquilidad y alivio en los vecinos quienes se animaron a relatar episodios similares de los cuales fueron víctimas de parte de estos policías. Así fue que una mujer contó que su hijo había sido amenazado y otros padres indicaron que cuando sus hijos salían a la calle no se quedaban tranquilos por temor a que les sucediera algo.
Vale recordar que el hecho por el cual, en cierta manera, el pueblo de Libertador dijo basta fue el que ocurrió el sábado pasado, cuando un joven de 22 años fue golpeado en la dependencia policial a donde se lo llevó detenido por conducir sin carné.
En diálogo con Canal Once, Julio afirmó que el identifica claramente al policía que lo golpeó «de puro vicio»; «se llama Pablo Vanuco y no voy a tener miedo en decirlo, a los otros oficiales no los conozco porque no son de la localidad». El joven indicó que al momento de la detención tomaron intervención dos móviles policiales y una camioneta de inspección de tránsito.
Claudia Erbes, abogada de Julio Lahaye, dijo que su cliente «fue arrojado al piso y arrastrado con una brutalidad innecesaria para el caso. El entró bien a la comisaría y salió con importantes hematomas, golpes, un corte en la naríz y marcas en la cabeza». Estuvo aproximadamente una hora y media preso.
Paso seguido, manifestó que a pesar de la fuerte agresión, al joven «no le duele tanto la parte física como la parte emocional, porque mientras lo golpeaban lo humillaban, le decían insultos de mucha bajeza contra su familia y su persona». Y afirmó que Lahaye, «jamás tuvo algún inconveniente con la policía».
La denuncia quedó presentada ante el Juzgado de Instrucción de Diamante, a cargo del doctor Belisario Nuñez Mihura. La querella denunció «irregularidades en la detención, privación abusiva de la libertad e incomunicación indebida».
Finalmente, la abogada señaló que su cliente está imputado por resistencia a la autoridad, lesiones y daños a la propiedad del Estado porque supuestamente rompió una silla.
