Libardoni renunció y la comisión normalizadora se hizo cargo de la dirección del Heras

Según Cáceres, la situación del Heras ameritaba un cambio en la dirección y estimó que Libardoni no iba a seguir. Por ello, explicó que si la Provincia, a través del Ministerio de Salud, decidió enviar una comisión normalizadora al nosocomio, fue porque “evidentemente algunas situaciones no estaban funcionando”.

A principios de noviembre comenzaron a salir a la luz las dificultades que tenían los médicos para atender a los pacientes. La médica infectóloga del hospital Felipe Heras, María Florencia Prieto, indicaba que en ese nosocomio había una carencia inquietante de medicamentos esenciales para tratar enfermedades de transmisión sexual. Entre otros medicamentos faltantes, la médica mencionó la penicilina, necesaria para curar la sífilis. “Sabemos que hay una importante epidemia de sífilis. No tenemos amoxicilina, analgésicos, antiparasitarios, antidiarreicos, analgésicos antinflamatorios”, expresaba Prieto. A eso se le sumaron problemas edilicios.

En tanto, Libardoni el 8 de noviembre pasado, dijo que los faltantes se debían a la falta de entrega de los laboratorios por la trepada del dólar. “La realidad nunca la negamos: tenemos inconveniente con los insumos porque está todo supeditado a valor dólar. Absolutamente todo, tanto medicamentos como suministros. Si bien el dólar ahora se aquietó un poquito en estas dos semanas, los medicamentos nunca pararon de subir”, dijo.

Cáceres dijo que cuando llegaron se encontraron con faltantes de medicamentos y problemas edilicios. “Eso es una realidad, nosotros nos encontramos con eso”, sostuvo. “Y lo que estamos haciendo es tratar de normalizar la distribución y todo lo que tiene que ver con el funcionamiento de la institución en sí, desde lo administrativo hasta lo contable”, recalcó.

Respecto de los remedios, el coordinador aseguró que están trabajando para que no hay ningún faltante. “La proyección es que día a día eso vaya disminuyendo hasta que se vuelva a normalizar. Es una situación compleja porque a veces no depende solamente de la gestión que hagamos desde el hospital sino que tiene que ver con la escasez, los altos costos y la dificultad en la entrega que tienen los laboratorios”, mencionó Cáceres.

Otro problema era el ecógrafo. En noviembre, Prieto recordó que en septiembre de 2018 todos los reclamantes entregaron un pedido a la gobernación reclamando por la compra de un ecógrafo. “El que funciona en el hospital tiene más de 40 años y se rompe a menudo”, indicaba.

No obstante, Cáceres dijo que en ese momento el problema estaba en vías de ser solucionado. “A los pocos días que llegamos ya estaba funcionando. No lo pudo reparar el equipo de bioingenieros que tiene el hospital. Se tuvo que enviar a una empresa externa. Por eso se había demorado pero estaba en vías de reparación, no es que no estaba la voluntad de hacerlo reparar sino que se demoró por tiempos normales que tiene ver con la entrega de repuestos específicos porque casi todo es importado”, expresó.

En cuanto a las ambulancias. Cáceres explicó que hay dos en el Heras pero una está siniestrada desde hace dos meses. “Tuvo una colisión y ahora está esperando turno en el taller para comenzar a repararla. Esa reparación va a quedar a cargo de la dirección de emergencias, de la cual soy coordinador también”, dijo. La otra unidad está en funcionamiento.

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