Ley vacunación obligatoria

Seria muy necio quien se oponga a la vacunación universal con las vacunas  con antitetánica, antidiftéricas, anticoqueluchosa,  antisarampion, paperas, rubeola y antipoliomieliticas y las mas modernas antihemofilo,  antineumococicas  antimeningiticas,  presentadas en las dos ultimas en Concordia en su oportunidad por  profesionales con conflicto de intereses frente a laboratorios.

Sin olvidarla gran corrupción que rodeo a la experiencias-antes de su puesta en mercado-de las vacunas antineumococicas  que se llevo puesta en Cordoba a popes de la pediatría nacional integrantes de sociedades científicas y ministros de Sgo. Del Estero, sin que esto descalifique la utilidad  la utilidad de la vacuna que disminuyo drásticamente los casos de meningitis a neumococos en nuestro pais.

Las vacunas por otro lado en los últimos tiempos han multiplicado las ganancias de los grandes laboratorios. Su  comercialización ya  no depende de la eventualidad de una enfermedad, la consulta,  la receta medica, el cobro al final y pago a los laboratorios, sino que campaña de terror por medio y medios, televisión, diarios y etc, los estados nacionales, presionados por la opinión publica,  por laboratorios  con “expertos” a sueldos integrantes de sociedades cientificas  adquieren millones de dosis cash y  millones de dólares a la bolsa sin depender de epidemias, pandemias, cambios estacionales y otras yerbas.

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Mientras tanto, despues de la destruccion y vaciamiento del Instituto MALBRAN no se investiga vacunas para la enfermedad de chagas( 1.000.000 de argentinos estan infectados o la padecen ) y tampoco se investigan nuevas vacunas contra la tuberculosis nuevamente emergente por el HIV-Sida.

Repito es irresponsable negar la utilidad de las vacunas y mas proponer que los padres decidan si vacunan o no a sus hijos 

Pero hay dos que merecen por lo menos ser debatida su efectividad, niveles de protección, duración de la protección,  su capacidad de generar anticuerpos utiles a las personas vacunadas, efectos secundarios leves y graves y por ultimo los negocios que están generando.

La vacuna de la gripe pandemica que aterrorizo a la humanidad, recomendada por una comisión de la Organización Mundial de la Salud integrada totalmente por “expertos” todos vinculados a los grandes laboratorio productores de la vacuna o del medicamento  antiviral conocido como oseltamivir  que presuntamente era efectivo contra el virus.  La pandemia según la OMS iba a matar millones de personas. Para esta campaña de terror la O M Salud cambio incluso la definición de pandemia para poder justificar su decisión.

Lo que nadie sabe es que después de esta siembra terrorífica y de venderle a los estados millones de dosis de vacunas- nuestro país compro 1.000.000 de dosis con 40.000.000 de habitantes y mejico con 110.000.000 compro 500.000 dosis-la Organización Mundial de la Salud por boca de su directora Dra Margaret Chan pidió disculpas por el “ error”

. Ya era tarde, miles de personas fueron expuestas a efectos no deseados leves o graves y millones de dólares de recursos de los estados derrochados que podían haber tenido mejor destino para la protección de la salud popular.Recuerdan al ministro Manzur?

 

Críticas a la gestión política DE LA PANDEMIA

Numerosos artículos científicos han cuestionado desde el principio la gestión política de la pandemia de gripe A (H1N1) tanto por parte de la OMS, como de los ministerios de sanidad de diferentes países, por la alarma sanitaria mundial generada innecesariamente. Así como los intereses económicos que han condicionado la definición de pandemia, la vacunación y los antivirales.84 85

El Consejo de Europa abrió una investigación sobre los puntos oscuros de la gestión de la OMS y la influencia de los laboratorios farmacéuticos, reflejado en diversas publicaciones especializadas86 y en medios de prensa general, que señalaban que el alerta de pandemia fue impulsado por las empresas farmacéuticas para recuperar las inversiones que habían realizado en investigación.87 El epidemiólogo Dr. Wolfgang Wodarg, expresidente de la Subcomisión de Salud del Consejo de Europa, que impulsó la investigación a la que hace referencia más arriba, acusa directamente a la industria farmacéutica de “organizar la psicosis”. Las acusaciones de Wodarg son muy duras: “on a voulu absolument utiliser ces produits brevetés nouveaux au lieu de mettre au point des vaccins selon des méthodes de fabrication traditionnelles bien plus simples, fiables et moins coûteuses. Il n’y avait aucune raison médicale à cela. Uniquement des raisons de marketing”.88

El informe producido por el Comité de Salud Social y Asuntos de Familia de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa,89 cuyo miembro informante fue el diputado británico Paul Flynn, afirma:

La forma en que se ha manejado la pandemia de gripe H1N1, no solo por la OMS sino tambièn por las autoridades de salud competentes a nivel de la Unión Europea y a nivel nacional, provoca alarma. Algunas de las consecuencias de las decisiones tomadas y las recomendaciones proporcionadas son particularmente problemáticas, puesto que llevaron a una distorsión de las prioridades de los servicios de salud pública a través de Europa, dilapidaron grandes sumas de fondos públicos y también (provocaron) temores injustificados sobre los riesgos para la salud que enfrentaba el público europeo en general.
Se han identificado fallas graves con relación a la transparencia de los procesos de toma de decisiones relativas a la pandemia, que han generado preocupaciones sobre la posible influencia de la industria farmacéutica sobre algunas de las decisiones más importantes respecto de la pandemia. Ha de temerse que esta falta de transparencia y responsabilidad resultará en una caída en picada de la confianza en las recomendaciones proporcionadas por las mayores instituciones de salud pública.

Numerosos epidemiólogos e infectólogos lanzaron fuertes críticas sobre el manejo de la alegada pandemia. Entre ellos, Marc Gentilini, infectólogo, miembro de la Academia de Medicina y expresidente de la Cruz Roja francesa, señalaba una “pandemia de la indecencia";;90 Pierre Biron, exprofesor de Farmacología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal, califica la situación de "histeria pandémica", señalando que las necesidades de la salud pública han sido desplazadas en beneficio de una seudocrisis que reporta ganancias a las compañías farmacéuticas;;91 ya en julio de 2009 el epidemiólogo británico Tom Jefferson denunciaba la situación: “A veces se tiene la impresión de que hay toda una industria esperando que ocurra una pandemia”.92

Se realizaron múltiples denuncias sobre la influencia de la industria farmacéutica sobre el grupo de expertos estratégico de la OMS (SAGE, por sus siglas en inglés, Strategic Advisory Group of Experts), que aconsejó la elevación de la alerta de pandemia a nivel 6 a la directora general de la OMS, Margaret Chan; sobre el grupo de expertos ad hoc de vacunación de la gripe A, constituido en abril de 2009 e integrado por tres miembros del SAGE y otros diez expertos; y sobre el comité que estudió la evolución de la pandemia. Estas denuncias por conflictos de interés implicaban a los tres miembros de SAGE en el grupo ad hoc: Juhani Eskola, finlandés, recibía fondos de Novartis y el financiamiento principal del instituto que dirigía (alrededor de 6 millones de euros) dependía de GlaxoSmithKline, fabricante de vacunas contra la gripe A H1N1; Peter Figueroa, jamaiquino, recibía financiamiento de Merck, y Malik Peiris, de Hong Kong, recibía fondos de Baxter International, Sanofi Pasteur y GlaxoSmithKline. Otros dos miembros del grupo ad hoc con aparentes conflictos de interés eran el holandés Albert Osterhaus, accionista de Viroclinics, una compañía que desarrolla tratamientos contra la gripe A, y el británico Neil Ferguson, quien también recibía fondos de Baxter, GlaxoSmithKline y Roche. Finalmente, el virólogo francés Bruno Lina, quien presidía el comité para el seguimiento de la evolución de la pandemia e integraba también el comité designado por el gobierno francés, recibía fondos de Roche, Novartis, GlaxoSmithKline y Sanofi-Pasteur.93

Los crìticos académicos y políticos de la gestión de la OMS y las autoridades de salud señalaban una serie de hechos adicionales como motivo de sospecha:

  • JP Morgan calculaba que la declaración de pandemia producirá para las empresas farmacéuticas beneficios del orden de 10 mil millones de dólares estadounidenses;94
  • La OMS cambió su definición de "pandemia" suprimiendo los requisitos de alta morbilidad y mortalidad.95 El peligro inmediato de esta sobrevaluación del término “pandemia”, señala P. Doshi, es que “las respuestas de salud pública no calibradas a la amenaza pueden ser percibidas como alarmistas, erosionando la confianza pública y resltando en que las personas ignoren alertas importantes cuando ocurran epidemias serias”.96
  • La enfermedad no tenía una virulencia ni una tasa de mortalidad mayor que la de la gripe “común”. Si se considera a nivel global, probablemente la mortalidad es menor. Numerosos estudios avalan este dato.97
  • Los inhibidores de la neuroamidasa oseltamivir (“Tamiflu”) y zanamivir (“Relenza”) apenas provocan una pequeña reducción en la duración de los síntomas, del orden de 12 horas promedio98 El estudio de Shun-Shin et al concluye:

·        Los antivirales (oseltamivir y zanamivir) acortan la duración media de la gripe en 0,5 a 1,5 días y reducen la transmisión en 8 %

·        El tratamiento antiviral no tiene un efecto clínicamente significativo en la reducción de exacerbaciones del asma o en el uso total de antibióticos, pero el oseltamivir está asociado con un incremento en el riesgo de vómitosLos efectos de los antivirales en la reducción del curso de la enfermedad o en evitar complicaciones en niños con la actual pandemia de gripe no se conocen pero, con base en la evidencia actual, podrían ser limitados.

 

RESPECTO A LA DISCUTIDA VACUNA CONTRA EL HPV, LES OFREZCO RESUMEN DE LA OPINION DEL DR. ALVEREZ DARDET.

 

 EL Dr. Carlos Álvarez-Dardet es catedrático de Salud Pública de la Universidad de Alicante. Ha sido presidente de la Asociación Europea de Salud Pública (EUPHA) y de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS). Ha sido asesor sobre ciudades saludables, reformas de los servicios de salud y edición científica de la Organización Panamericana de Salud (OPS-PAHO) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es una de las grandes voces críticas contra la vacuna del virus del papiloma humano.

“La vacuna del virus papiloma humano se introdujo en los calendarios infantiles de vacunación de nuestro país en 2007 fruto, en mi opinión, de la presión ejercida por los laboratorios farmacéuticos y la dejación de responsabilidades por parte de las autoridades sanitarias y las sociedades científicas.

Cervarix y Gardasil son los nombres de las vacunas que se están poniendo masivamente a las niñas y cuyos fabricantes (los laboratorios farmacéuticos GlaxoSmithKline y Sanofi Pasteur Merck Sharp & Dohme) se están lucrando tras haber logrado introducirlas en nuestro país. El último de ellos es una joint venture entre Sanofi Pasteur y Merck Sharp & Dohme, el mismo fabricante del conocido antinflamatorio Vioxx, que finalmente fue retirado tras cinco años en el mercado porque triplicaba el riesgo de infarto.

Pero debe saber que esta vacuna no es necesaria, ni efectiva; y ni siquiera es segura. Es inútil y peligrosa.

Se informó a la población que protegía contra el cáncer de cuello de útero (también llamado de cérvix) y sencillamente es falso. Le voy a decir por qué:

  • Sólo ofrece protección frente a dos (o cuatro, según la marca) de las 100 cepas del virus del papiloma humano.
  • Los efectos de las vacunas duran pocos años (Cervarix reconoce en su ficha técnica que “al menos” 18 meses).
  • El virus del papiloma humano se transmite básicamente por vía sexual, por lo que no tiene ningún sentido poner la vacuna a niñas de 12, 13 ó 14 años.

Y además se introdujo en España cuando en otros países ya se estaban produciendo alertas por sus efectos adversos, incluyendo la muerte, invalidez permanente por enfermedad del sistema nervioso, desórdenes autoinmunes, embolismos pulmonares, síndrome de Guillain-Barré, convulsiones, desmayos, temblores, síncopes, vértigos, pancreatitis, lupus y un largo etcétera de daños, sobre los que las campañas de vacunación no dicen absolutamente nada.

Algunos países incluso han dejado de recomendar esta vacuna y la han retirado de sus calendarios de vacunación.

Mientras tanto, en nuestro país se está poniendo alegremente a niñas de 14 años (y menos en algunas comunidades autónomas) que no la necesitan, y centenares de ellas lo están pagando con su salud, algunas con su vida.

Los laboratorios fabricantes y el Comité Asesor de Vacunas (que aunque es un organismo teóricamente independiente, está integrado por colaboradores de los laboratorios farmacéuticos, que financian sus actividades) se han planteado entre sus retos rebajar la edad de vacunación a niñas preadolescentes de 11 años, extenderla también a los varonesy, además, administrar las vacunas en los colegios (en algunas comunidades ya se está haciendo), para que no haya “escapatoria”.

¡Vacunar masivamente a nuestras pequeñas no tiene ningún sentido!

Los padres están vacunando a sus hijas frente al VPH porque creen actuar de forma responsable, confiando en que los especialistas saben lo que les conviene. Pero está vacuna es un auténtico fraude.

¡Están experimentando con nuestros hijos y enriqueciéndose a su costa!

Urge detener las vacunaciones. Hasta que haya mas estudios sobre su seguridad, necesidad y eficacia-.

Y es que desde que se introdujo la vacunación, hay tres casos de muertes en los que se sospecha que la causa ha podido ser la vacuna, y miles de casos de reacciones adversas (el Ministerio de Sanidad mantiene una total opacidad sobre esta información).

Estas niñas que se han quedado hoy incapacitadas de por vida fueron vacunadas inútilmente.

España no es el único país en el que se están produciendo reacciones adversas a estas vacunas, pero en otros lugares al menos se está actuando con más transparencia y responsabilidad.

En Estados Unidos existe un programa oficial para vigilar la seguridad de las vacunas que incluye un sistema, llamado VAERS (por sus siglas en inglés) que permite a las personas informar de reacciones adversas tras la vacunación. A partir de la recepción de la información, las autoridades investigan cada caso (por no hablar del fondo de compensación a las víctimas de las vacunas, frente a la absoluta impotencia y abandono en los que se encuentran las niñas víctimas de la vacuna en nuestro país, algunas en sillas de ruedas y obligadas a pleitear individualmente con resultados inciertos).

Pues bien, a enero de 2015, en VAERS se tenía constancia de 38.217 reacciones adversas a la vacuna del virus del papiloma humano (VPH), incluyendo 220 muertes, 1.284 discapacidades, 3.945 hospitalizaciones e incluso 100 casos de cáncer cervical.

En 2013, Japón decidió suspender la recomendación de las dos vacunas contra el VPH tras analizar los casos adversos que se estaban produciendo.

En Austria, tras la muerte de una joven vacunada con Gardasil, se publicó un informe en el que se demostraba que la eficacia a largo plazo de dicha vacuna era “absolutamente desdeñable”. La ministra austriaca de Sanidad, la Dra. Andrea Kdolsky, decidió entonces retirar las vacunas anti-VPH del programa oficial, no financiarlas y dar prioridad al diagnóstico.

Déjeme explicarle con un poco más de detenimiento y algunos datos estadísticos, aunque ya le he adelantado alguno, por qué es absolutamente absurda esta vacuna, y más en un país como el nuestro:

  • La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es frecuentísima; de hecho, casi el 90% de las mujeres la tienen en algún momento de sus vidas. La causan unos 100 tipos distintos de virus.
  • El 70% de las infecciones remiten por sí solas en el plazo de un año. Más del 90% lo hacen en dos/tres años.
  • De las que perduran, sólo el 5% progresarán hacia lesiones precancerosas. 
  • Los tipos de virus que potencialmente pueden evolucionar hacia el cáncer son unos 15. La vacuna teóricamente protege de dos de ellos que están en el origen del 51% de los cánceres de cérvix en España (está aún por ver cuánto protege y durante cuánto tiempo, pues no ha transcurrido el tiempo suficiente para saberlo). Frente al resto de virus la vacuna no protege. 
  • Una citología vaginal cada 2 ó 3 años detecta en una fase temprana estas lesiones causadas por cualquiera de estos tipos de virus, y se eliminan con una sencilla intervención con láser. 
  • El cáncer de cuello de útero tarda de 20 a 40 años en desarrollarse y no siempre está asociado a la presencia del virus del papiloma humano. 
  • La mayoría de las mujeres que mueren por cáncer de cuello de útero son mujeres mayores que no se habían sometido a las correspondientes revisiones ginecológicas que hubieran detectado a tiempo la enfermedad. 
  • En España el cáncer de cuello de útero no tiene carácter epidémico ni es una prioridad de salud pública. Por el contrario, tiene una incidencia especialmente baja.

En definitiva: ponerse la vacuna no impide llegar a desarrollar lesiones precancerosas y, sobre todo, a pesar de que las adolescentes tienen un riesgo cero de morir de cáncer de cuello de útero, se les está poniendo una vacuna de eficacia incierta y que supone un riesgo real de efectos adversos para ellas (incluida la muerte e incapacidades permanentes relacionadas con enfermedades autoinmunes y autodegenerativas).En otras palabras: ¿qué justificación tiene pagar el precio de una reacción adversa grave, en niñas con toda la vida por delante, para prevenir un hipotético cáncer al cabo de 40 años, que además puede prevenirse y tratarse de otras formas que han demostrado que funcionan?

Por todo ello, resulta más que imprudente querer vacunar a todas las niñas contra el virus del papiloma humano. Es sencillamente irresponsable.

Pero la maquinaria de las vacunaciones masivas ya está en marcha, y las autoridades sólo nos harán caso si reunimos cientos de miles de firmas para la petición.

No soy el único profesional de la medicina que opina así. Por el contrario, somos muchos los que estamos radicalmente en contra de la vacunación masiva contra el VPH.

Mi colega la Dra. en Salud Pública Teresa Forcades i Vila lo tiene igualmente claro: “El riesgo de morir debido a la vacuna del papiloma es menor que el riesgo de morir debido al cáncer de cuello de útero, pero hay una diferencia esencial: las que mueren o se quedan inválidas de por vida debido a la vacuna son chicas jóvenes y sanas que mueren por culpa de una intervención de salud pública recomendada por las autoridades sanitarias; las que mueren por cáncer de cuello de útero son mujeres mayores que si tuvieran acceso al test de Papanicolau seguramente no morirían; no tiene ningún sentido exponer a una niña sana para prevenir un cáncer que se puede evitar con una intervención inocua (papanicolau seguido de ablación con láser)”.

El profesor Juan Gérvas, Doctor en Medicina, subraya otra idea importante: “la vacuna contra el virus del papiloma humano promete más de lo que puede dar; se presenta como ´la vacuna contra el cáncer de cuello de útero´, lo que es falso”. Además, se trata de una vacuna experimental, pues no se ha conseguido demostrar que disminuya ni la incidencia ni la mortalidad por cáncer de cuello de útero. “Las campañas de vacunación de las niñas españolas con subvención pública son un inmenso e imprudente experimento en población sana (con mucho dinero, pues la vacuna contra el virus del papiloma humano vale tanto como todas las demás vacunas juntas)”, concluye.

El Dr. Máximo Sandín, del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid, aboga sin tapujos por detener inmediatamente las vacunaciones. “Lo razonable, el imperativo ético, sería interrumpir inmediatamente las campañas de vacunación masiva. Desde el punto de vista epidemiológico sabemos, por la baja incidencia del papiloma, y por las verdaderas causas de su activación, que las vacunas son injustificadas”.

Podría añadir aquí decenas y decenas de testimonios de voces contrarias a estas vacunas, tanto en España como en el resto del mundo.

De hecho, el año 2007, cuando el Ministerio de Sanidad tomó la decisión de incluir la vacuna del VPH en el calendario de vacunación, más de diez mil profesionales de la salud (entre ellos más de la mitad de los catedráticos de medicina preventiva y salud pública de España) y varias asociaciones científicas expresamos nuestro desacuerdo en el manifiesto “Razones para una moratoria en la aplicación de la vacuna del VPH en España”, un movimiento profesional sin precedentes.

Con esto conseguimos sin duda sacar a la luz pública las graves irregularidades en torno a la vacuna.

Pero no bastó.

Evidentemente, el todopoderoso lobby farmacéutico no se dejará vencer. Lo conocemos bien, con sus potentes medios publicitarios.

Para los fabricantes de vacunas, España supone un gran mercado, de modo que estarán dispuestos a hacer todo cuanto esté en sus manos para hacernos creer que su producto es seguro… y sacar tajada. Por el momento, ya han conseguido que este año alguna comunidad autónoma haya rebajado la edad de vacunación de las niñas a 13 años y el próximo a 12.

Pero las vidas de nuestros hijos valen mucho más que sus beneficios.

¿Compensa que nuestras hijas corran el más mínimo riesgo por una enfermedad fácil de detectar y de curar con el seguimiento regular por parte de un ginecólogo? Desde luego que no.

El objetivo (¡muy rentable!) de las empresas farmacéuticas y de los grupos de presión es, sin lugar a dudas, vacunar cuanto antes a todas las niñas, vacunar en cuanto puedan también a los niños y vacunar en los colegios en lugar de en los centros de salud (tal y como ya se está haciendo en algunos lugares)

 

FINAL

En definitiva para decidir el uso de las nuevas vacunas por lo menos cautela que no es poco lo que se arriesga.

Si dentro de 20 o 30 años se demuestra que la vacuna anti hpv fue útil entonces a vacunar, mientras tanto educación sexual, preservativos, papanicolau, controles ginecológicos según indicados por los especialistas ginecólogos en consultorios o asistiendo a los servicios de salud etc.

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