Las celulósicas se han establecido en Uruguay en razón de las facilidades concedidas por los gobiernos Colorados y Frenteamplistas; allí no pagan impuestos, y renunciaron soberanía en forma de Zonas Francas donde ya no rige la bandera de Artigas
Son propietarios de más de un millón de hectáreas, y controlan productivamente el doble, un territorio que prácticamente es un Departamento, unidad geopolítica que equivale a una provincia nuestra.
En Argentina ingresaron hace décadas, primero en Misiones donde tienen más de trescientas mil hectáreas y luego en Corrientes, donde poseen más de doscientas mil.
Aunque no lo digan en voz alta no tienen proyectos de instalar sus plantas aquí por porqué de este lado del río jamás conseguirían facilidades impositivas como las cedidas por Uruguay, pero aspiran apropiarse de nuestras tierras con aptitud forestal para ponerlas al servicio de las fábricas instaladas en aquel país.
Entre Ríos hasta ahora se ha resistido , aunque de cualquier modo ya han adquirido ilegalmente aquí superficies estratégicas enormes, como la estancia situada en el Puente Internacional, que debieron comprar por un presta nombre para evadir la Ley 26.737, que les impedía adquirir propiedades en zonas de frontera.
El nuevo gobierno disparó su apetito por nuestra provincia, alentados por Macri, que declaró en Uruguay que lamentaba que no vinieran a nuestro país, derogó la Ley 26.737 y le ordenó al gobernador Bordet que haga lo mismo con la Ley de la Madera.
El ariete que usan estas empresas celulósicas foráneas es AFOA–Asociación Forestal Argentina-, una sociedad creada por ellas para presionar a nuestros gobiernos y obtener concesiones.
Las empresas de bandera chilena del sector la controlan, tienen sus empleados en seis de ocho de sus cargos directivos.
El argumento que AFOA ha puesto en boca de nuestros legisladores es de una falsedad flagrante.
Sostienen que si eliminan la Ley de la Madera “lloverán inversiones”, pero los que seguimos el tema sabemos que no serán inversiones sino transferencia de dominio de nuestras tierras forestales, que pasarán a manos extranjeras.
Prometen un “Plan Maderero”, como si en la provincia no existiera un sistema ejemplar de aprovechamiento del recurso forestal,
Aquí:
- Industrializamos el 100% de la materia forestal maderable que producimos.
- Generamos más puestos de trabajo por hectárea plantada que en el resto del país
- Somos la provincia que más Pymes del sector posee en relación a la oferta de materia prima
Y como postre prometen el disparate mayor: que generarán quinientos mil puestos de trabajo.
En la Mesopotamia, según el Ministerio de Trabajo de la Nación, todos los puestos de trabajo no público sumando todos los sectores, comercio, turismo, industria, agropecuario, avícola, servicios etc. son trescientos cuarenta mil. ¿Ellos solos crearían quinientos mil por derogar la 9.759? Un disparate que solo se explica en la subestimación de nuestro entendimiento.
El “Plan Maderero” que prometen, en realidad es el plan de BOTNIA (UPM) para extender su brazo hasta nuestra provincia y apoderarse de nuestras tierras y destruir un sector que siempre ha sido un ejemplo de funcionamiento regional.