Dijo Leissa : “siempre estará en duda quién va a gobernar, Alberto o Cristina que promete mas venganza que rectificar sus errores, los niveles de corrupción que alcanzó el país no es para olvidar, tampoco que se quisieron quedar con la Casa de la Moneda, no es poca cosa y eso no le hace bien a ningún país que quiera crecer”.
Y muy suelto de cuerpo agregó “hay que recordar que el voto al Frente de Todos significa votar a Lázaro Báez, a Amado Boudou, al enriquecimiento de Cristina Kirchner, la sociedad no se debe olvidar de esos 12 años de corrupción”.
Es imposible obviar por lo llamativo, que Leissa fue, entre 1991 y 1995 Intendente por el PJ de Gualeguaychú y luego senador por el mismo partido entre los años 1995/99, o sea, los peores años de corrupción del menemismo y del bustismo.
Durante esos años y a juzgar por su comportamiento político no pareció molestarse por la corrupción que, entre otras cuestiones, vendió a precio vil el patrimonio de generaciones de argentinos (alrededor de 50 mil millones de dólares) con el supuesto objeto de pagar la deuda externa.
Cuando Menem asumió en 1989, la deuda externa era de 63.000 millones de dólares, vendió activos por 50.000 millones de dólares (Ferrocarriles, YPF, Aerolíneas Argentinas, etc) y 10 años después terminó su mandato dejando una deuda de 144.000 millones de dólares.
En otras palabras, Menem, Cavallo y los grandes grupos económicos le birlaron al país y a todos los argentinos 200.000 millones de dólares, dejando tierra arrasada.
Llamativamente, a Leissa pareció no incomodarlo todo este desquicio ya que siguió perteneciendo al PJ y ocupando cargos de tanta importancia como Intendente (1991/-95) y luego como senador provincial (1995/99).
La corrupción Leissa la vino a descubrir con el kirchnerismo que recibió una deuda que en ese momento era de alrededor de 178 mil millones de dólares y con un país defaulteado y entregó el mandato en 2015 con una PBI que representaba más de medio BILLON de dólares (600.000 millones de dólares) y una deuda externa en dólares de 140 mil millones, lo que apenas representaba el 25 % del PBI.
Esto sin considerar que se había saldado la deuda con todos los organismos internacionales de crédito (FMI, Club de París, etc) ; toda la obra pública ; la cantidad de derechos ganados por parte de la sociedad y el estado de bienestar logrado por la inmensa mayoría de la sociedad.
Tanto, que el Banco Mundial ubicaba a la Argentina como el país donde más había crecido la clase media.
En rigor, datos que Leissa parece desconocer, tanto como la pesada deuda externa que nos dejará su candidato presidencial, Macri, que vuelve a representar más de un PBI.
Tampoco parece que Leissa se enteró de la fuga de capitales durante este gobierno que él apoya ; ni de los intentos del presidente de hacer desaparecer la deuda que tiene con el Estado por el correo Argentino. Y mucho menos (y esto es lo extraño) parece recordar, él que se manifiesta tan indignado por la corrupción K, que Macri contrabandeaba autos por su pueblo Gualeguaychù, nada menos que cuando él acompañaba a Menem como Intendente y Senador.
