La Argentina apostó por la Sputnik V siendo el primer país en aprobarla. Ahora, la vacuna es la estrella mundial -la quiere hasta Alemania-, entre otras razones porque en el mundo científico está instalado que tiene el plus de usar dos vectores distintos, es decir que no es lo mismo la dosis 1 que la dosis 2. El compromiso es que esta misma semana vengan 400.000 dosis 1, que ya garantizan un 70 por ciento de inmunidad.
Como se hizo público la semana pasada, el presidente firmó el acuerdo con Oxford/AstraZeneca por 580.000 dosis en febrero y la misma cantidad en marzo. Parte empezaría también a venir, desde India, también en los próximos siete días. La vacuna tiene dos ventajas. En primer lugar su costo: cuatro dólares. Por debajo de Sputnik, 9,50 dólares y muy por debajo de la de Sinopharm, 20 dólares. Además, no requiere de almacenamiento a 17 grados bajo cero, sino a temperaturas de una heladera normal.
Fuentes de la Casa Rosada le confirmaron a Página/12 que se concretó el acuerdo con el laboratorio chino. El precio original era de 30 dólares y hasta hubo países que la pagaron más de 70. A la Argentina le terminará costando 20 dólares. El contrato dice que deben entregarse antes de fin de mes. En concreto son un millón de vacunas, dosis 1 y dosis 2, antes de fin de febrero.
A todo esto hay que agregar que el Fondo Ruso y Gamaleya dicen que esperan poder entregar un millón de dosis en las dos últimas semanas de febrero. Si eso fuera así, habrá una cantidad descomunal para avanzar en la vacunación de mayores de 60 años y de docentes.
