Los vecinos alegan que el predio “cuenta con tres o cuatro hectáreas de campo y no funciona hace más de cuatro años, siendo propiedad municipal. Al estar abandonado se está deteriorando, es por eso que solicitamos se reacondicione para que se realice en él actividades todos los días del año”.
Juan Carlos Vidal, vecino de Las Tejas, expresó a DIARIOJUNIO que la construcción de una escuela, es una “necesidad urgente” para la zona. Explicó que la capacidad de la escuela Nº 65 fue ocupada en su totalidad. “Ya no hay espacio físico para seguir haciendo nuevas aulas”, agregó. De hecho, la Dirección de Arquitectura actualmente construye un aula nueva en el edificio escolar.
En la nota, los vecinos expresan que la escuela no sólo recibe alumnos de Villa Adela, sino que también provienen de: Las Tejas, El Martillo, Santa Lucía, Yaí Porá, Chacra 12, Frigorífico La Paz, Paraje Las Lomas, La Clarita, Sagrada Familia, Ceferino Mendienta y El Tala.
El mercado concentrador funcionó solo por espacio de 45 días en 2001. Desde ese momento, no se registra actividad en el lugar. En mayo del año pasado, Alfredo Francolini, secretario de Producción, expresaba que iban a instalar una sala de extracción de miel comunitaria.
“El intendente Juan Carlos Cresto hoy tiene un proyecto de apoyo para los emprendedores avícolas, que realmente son chicos con menos de 150 colmenas, que son aproximadamente 70 o un poquito más en Concordia”, decía el funcionario municipal en aquel entonces. También se pensaba utilizar parte de la superficie desocupada como depósito fiscal. “Esos galpones tienen espacio para hacer exportaciones”, indicaba Francolini.
Los vecinos no ven como un obstáculo que la futura escuela coexista con la sala extractora de miel. “Hay capacidad para hacer varias cosas. Creemos que la extracción de miel no va a ocupar todo eso porque hay 3 has. que van a quedar sin ocupar”, indicó Vidal. Estiman que el terreno que abarcaría el establecimiento educativo no excederá una superficie de 500 mts.² o una hectárea.
“Eso se está destruyendo por la falta de actividad”, indicó el vecino. Antiguamente funcionaba Fertimaq, una fábrica de abono químico, que hace 20 años cerró sus puertas. “Cuando desapareció Pindapoy, desapareció eso también”, acotó.
Los habitantes de Las Tejas esperan que algún diputado o senador provincial visite la zona para interiorizarse sobre la problemática. “Y si no se hace en ese lugar, que se haga ahí cerca”, expresó Vidal.
Como agravante de la falta de infraestructura escolar, mencionan que en estos momentos se construye en la zona un barrio para empleados de comercio. Por otra parte, adjuntaron a la carta una nota similar enviada el 15 de abril de 1994 al entonces gobernador Mario Moine, que no recibió ninguna contestación.
