Gotfried hizo una diferenciación y aclaró que “no son propiamente quejas sino sorpresa por el monto de la factura”. De igual forma, ratificó que no hubo ninguna por escrito. En tanto, que a nivel verbal, consultó al gerente comercial, Federico Schatenhoffer, quien le afirmó que son “menos que las normales”.
En cuanto al meollo de la cuestión, al igual que hace pocas semanas en una conferencia de prensa en la Cooperativa, Gotfried explicó que “a un aumento del consumo sobreviene un aumento del precio de la factura”. En consecuencia, sostuvo que “una vez que a las personas se les informa de que se trata y terminan aceptando de que se trata de un hecho real y no sorpresivo”. Es que diciembre y enero fueron “muy cálidos”.
De igual forma, aclaró que en la audiencia pública del año pasado se acordó un aumento que se aplicó en dos partes: la segunda quedó para octubre. “Como se factura con dos meses de atraso, probablemente algunas persona si sufran un pequeño aumento pero es menor a un 10 %”. dijo.
Por otra parte, explicó que influye la información que llega de Buenos Aires sobre subas del 400 % en las facturas. “Acá no hay ningún caso de esos”, indicó. Los consumidores cuyas boletas superan los 500 kw/h -entre 500 y 700 la suba es del 182%, entre 701 y 1400 del 361 %- saben que el incremento se debe a una decisión de la Secretaría de Energía de la Nación. “Nosotros los cobramos y lo trasladamos”, indicó. “Son muy pocos, por lo general nuestros consumidores están ahí al borde”, añadió. Los usuarios que superan ese consumo, del total de conexiones que tiene la Cooperativa, fueron 587 en noviembre (1,54 %), 1375 en diciembre (3,59 %) y 3129 en enero (4,31 %).
Aunque el consumo se haya incrementado debido a las altas temperaturas, la Cooperativa no superó los registros máximos de consumo de años anteriores. “Esto tienen una justificación que no me produce mucha alegría decirlo y que es que ha aumentado el consumo domiciliario y ha disminuido el consumo de pequeñas empresas ya sea industrias o comercios. Eso no es un buen dato”, dijo el titular del Consejo.
Por último, negó que el teléfono para recepcionar quejas sobre el servicio deje de ser atendido, se descuelgue o esté ocupado todo el tiempo. “Si hay una tormenta y llama en esos momentos, está saturado. No es que no queremos levantar el tubo”, admitió. Por ese motivo, están analizando la compra de un equipo nuevo de telefonía para que el llamado de un usuario quede registrado y se le otorgue un número de queja. “En dos o tres meses pensamos en cambiar el sistema de teléfonos porque el que tenemos es muy antiguo”, agregó.
