De hecho, el presidente electo tuvo que salir a aclarar varias veces que él no había avalado, ni había sido consultado sobre medidas que continúa tomando Macri. Lo hizo con los aumentos de combustibles y también con el frustrado traslado de los testigos protegidos al Poder Judicial. Fernández busca evitar fotos de sus equipos trabajando con los de Macri y les planteó a sus colaboradores que se guíen con los datos públicos que existen. Además, existe una profunda desconfianza respecto de si los macristas van a mostrar los verdaderos números de la gestión y no una versión más idílica, como la que ha propagado el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en pos de defender lo hecho.
Quienes tienen la tarea de coordinar la transición del lado del Gobierno son el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el de Interior, Rogelio Frigerio. En sus entornos, se mostraron tranquilos con la posibilidad de una transición corta. «No creemos que vaya a avanzar formalmente hasta que no haya gabinete entrante», indicaron. Si bien Fernández dijo que su gabinete está casi completo, por ahora no lo anunció. Es por eso que los interlocutores macristas entienden que «serán unos quince días de transición. O tal vez menos. Igual, cuanto antes arranquemos, mejor».
La cuestión de la falta de reuniones y avances sobre el tema llegó a la boca de Macri, quien dijo ante los periodistas acreditados en Casa Rosada que no hay «nada por ahora». El concepto se ocuparon de ampliarlo sus ministros de Defensa y de Justicia. Aguad tomó la delantera con una frase que connotaba algo de fastidio: «La transición se da si hay posibilidad de compatibilizar y de transmitir experiencias, si no, no hay transición. Y bueno… si no se da dejaremos los papeles arriba de la mesa», lanzó Aguad. El funcionario recordó que la transición empezó al día siguiente de la elección con el encuentro entre el presidente saliente y el entrante y planteó que «por algún motivo no siguió». «Lo normal es que el Gobierno que se va le transmita al que viene lo que queda pendiente y lo que se hizo más allá de que haya un cambio de rumbo».
Menos gráfico, Germán Garavano consideró que el comienzo de la transición había sido «ejemplar» y elogió el discurso de Macri el día de su derrota. «A pensar de las charlas informales, hasta el día de hoy no están las personas que van a llevar adelante esta transición», consideró el ministro de Justicia.
P[agina 12 quiso saber si había enojo en el círculo del Presidente por la falta de reuniones de transición que puedan mostrar públicamente. «Para nada», respondieron desde la Rosada, aunque las declaraciones de los ministros parecieron mostrar cierta ansiedad.
