El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, ha publicitado constantemente las bicisendas construidas durante su gestión. Al punto que ha sido blanco de ironías por ese tema. El candidato a presidente del FPV, Daniel Scioli le apuntó en algún momento: "Me encantan las bicisendas, pero yo hago rutas".No obstante, en las ciudades más importantes del mundo existen las bicisendas, ciclovías, ciclorrutas, bicicarriles etc.
Obviamente Concordia no tiene ese tipo de problemas de tráfico pero paulatinamente el centro se vuelve cada vez más cerrado al tránsito vehícular. No hay lugares para estacionar y a veces transitar en auto se torna difícil con los colectivos y los semáforos.
No obstante, los habitantes no tienen como hábito circular en bicicleta. Casi no hay lugares donde guardarlas y menos aún carriles exclusivos por donde circular. En las pocas avenidas que existen los ciclistas pueden encontrar obstáculos imposibles de sortear. Una de ellas es Presidente Illía, una avenida que conecta el casco céntrico con la zona noroeste. Justamente, el sector donde la ciudad más se ha extendido en términos demográficos y urbanísticos. Pero es frecuente encontrar autos estacionados en los carriles construidos para quienes se desplazan en los vehículos de dos ruedas.
El director de Tránsito de Concordia, Carlos Peñaloza, indicó que estuvieron controlando la zona la semana pasada. Dijo que el primer día realizaron ocho actas en la avenida y cinco el segundo. “La semana pasada estuvimos haciendo actas en la zona por Presidente Illía desde Concejal Veiga hasta Tavella que es el lugar donde recibimos unos reclamos”, indicó.
No obstante, los vehículos, propiedad tanto de comerciantes como de clientes, siguen estacionándose en ese sector. En consecuencia, señaló que deberán volver al lugar y realizar un seguimiento “más profundo”.
Además el director de Tránsito, admitió que se trata de una avenida muy transitada pero, a su vez, bastante angosta. Y a eso se añade que muchos comercios carecen de lugares para que estacionen los clientes.
Peñaloza señaló que Presidente Illía es una arteria muy transitada tanto por motos y autos como bicicletas y camiones. Justamente, los transportes de carga no pueden pasar por el Puente Alvear. Por ello, los camiones que llegan desde el sur por la Autovía 14 ingresan “casi siempre por Ruta 4”.
Por ende, en una cinta asfáltica de pocos metros de ancho circulan camiones y bicicletas. El riesgo no es menor. Los ciclistas, al encontrar las bicisendas (se extienden desde Tavella hasta boulevard Yuquerí) bloqueadas, transitan por la calzada o, en mucho menor medida, se suben a la vereda donde puede caminan los peatones. “Tenemos que cuidar a los ciclistas”, indicó.
La otra avenida que cuenta con bicisendas es Eva Perón, su continuación Independencia y luego Monseñor Rösch. Pero como faltan veredas al sur del barrio de La Bianca, los peatones las utilizan para caminar. Por ello, la demarcación de un carril exclusivo dentro de la avenida, para Peñaloza, sería una “buena idea”. Y mencionó que debería tratar esa iniciativa con Obras Públicas y el Concejo Deliberante.
Trágico accidente
Hace nueve años, el 10 de noviembre de 2006, aproximadamente a las 06:15 de la mañana., en Presidente Illía, entre calles Chile y Perú, iba a la escuela en el caño de una bicicleta todo terreno María Elena Almirón Quiroga, de 13 años, junto a su hermano de 15 quien manejaba la misma.
Al tratar de esquivar una enorme depresión en el asfalto fueron rozados por un camión Mercedes Benz con acoplado que circulaba en la misma dirección: de este a oeste. Como consecuencia del roce entre el camión y el manubrio de la bicicleta en su lado izquierdo la niña cayó bajo las ruedas del camión muriendo así instantáneamente mientras que su hermano, sufrió la fractura del húmero y codo izquierdo, más una grave lesión psicológica, quedándole secuelas incapacitantes sobre el miembro afectado.
De inmediato, patrocinados por el abogado Juan Carlos Gallo, los padres demandaron por daño moral y perjuicio material al conductor, al dueño del camión y a la municipalidad. Al conductor por la omisión de las precauciones requeridas para desplazarse hacia la izquierda al momento de rebasar a los menores y a la municipalidad por su responsabilidad en carácter de propietaria de las calles públicas y la obligación que le compete de mantenerlas en un estado razonable de conservación. Además efectuó consideraciones sobre el tráfico viario local.
La contestación del municipio fue atribuir una conducción a velocidad excesiva por parte del chofer y un error de cálculo. “Ante la presencia de un vehículo que venía de frente, se cierra en forma imprevista y anticipada, lo que provoca que el acoplado se descontrole, realice una maniobra de ‘zigzag’, y, enganchase con su parte trasera del acoplado al menor en su camisa, colisionando así con el manubrio de la bicicleta, lo que provocó la caída de los niños”. Y negó expresamente la existencia de maniobra alguna de tipo evasiva del niño Almirón Quiroga en relación a algún supuesto bache o irregularidad en la calzada por la que transitaba.
De la misma forma, los abogados del municipio invocaron la culpa del conductor de la bicicleta, y por ser menor de edad, la de sus progenitores. Y sostuvo que la normativa específica sobre el estado e implementos requeridos para la circulación de las bicicletas en la vía pública, fueron incumplidas absolutamente en el caso y el riesgo que implica el transporte en el "caño" de otra persona; su incidencia sobre el equilibrio, maniobrabilidad y estabilidad de la misma. En otras palabras, de “haberse cumplido con la normativa vigente, en especial, circulación solamente en la bicicleta por parte del niño Almirón Quiroga, su hermana menor no habría fallecido”.
Por su parte, el dueño del camión afirmó que el chofer vio a los chicos, se cruzó de carril para traspasarlos y esquivar un bache. “La maniobra salió airosa y de manera alguna rozó o colisionó a los menores; que no existió ningún contacto entre el camión y la bicicleta antes de la caída, que el conductor vio por el espejo retrovisor al chico caído y detuvo el camión”. Y que “el accidente se produce porque el menor conductor de la bicicleta no mantuvo el pleno dominio del rodado, y sobre todo cuando advirtió en la calzada un bache de grandes dimensiones, lo que acotó su capacidad de maniobra, ya que hacia su derecha tenía una banquina en pésimas condiciones, y hacia la izquierda un camión con acoplado”.
“El hecho de transportar una persona en el caño de una bicicleta requiere una destreza y fuerza especial, ya que el punto de equilibrio se traslada del centro hacia el lado de mayor peso de carga, en el caso, el izquierdo, ya que la niña María Elena iba sentada con ambas piernas hacia dicho lado. Al intentar pasar el bache existente en la arteria de circulación, pierde el equilibrio, se inclina hacia su izquierda y así su hermana cae para ese lado, en el centro de la avenida y justo al momento en que estaba pasando el acoplado, produciéndose así los resultados dañosos”.
El fallo del juez Civil y Comercial interino en ese momento, Gregorio Martínez, atribuyó al menor que manejaba la bicicleta un comportamiento riesgoso. “El riesgo que creo se tradujo en las lesiones soportadas por él y su infortunada hermana”. Y manifestó un reproche normativo a los progenitores de los niños debido a que “los deberes de cuidado, vigilancia activa y protección que la Ley les imponía sobre las personas de sus jóvenes hijos no habían sido cumplidos”. Por ende el juez rechazó en todos sus términos la demanda promovida contra el chofer, el dueño del camión y la compañía de seguros.
Pero admitió parcialmente la demanda promovida contra la municipalidad por el "bache" existente en la avenida que motivó el intento de "esquive" o "detención" de la bicicleta, la pérdida de equilibrio, la caída, la muerte y las lesiones sufridas. Por ello la condenó a pagar a los padres, para sí y para su hijo menor de edad, una indemnización consistente en el 33 % de lo demandado por reparación de daños.
Hace una década, no había bicisendas que pudiesen haber evitado el accidente fatal. Hoy existen pero muchas veces no se pueden usar.