Isabel Yaconis, la mamá de Lucila, asesinada por su agresor en Buenos Aires hace 16 meses, dijo que “queremos acompañar a María Inés y estamos muy contentos de poder estar con ella”, aseguró, explicando que ante estos hechos, la única alternativa es rezar. “Mucha gente no puede acceder a la justicia, por eso vamos a solidarizarnos”, confirmó. El grupo de madres de víctimas participará de la misa que se hará esta mañana en San Benito y luego concurrirá a la marcha en reclamo por la aparición de la pequeña. Son casi noventa padres que llegaron a San Benito.
Yaconis relató que con la mamá de Fernanda Aguirre “hizo contacto una madre del grupo, porque nos une a todas una misma historia y nuestra misión, además de seguir pidiendo justicia, es acompañar a los familiares de las víctimas”.
“Queremos acompañar a María Inés y como este miércoles se cumple el primer mes de la desaparición de Fernanda, estamos muy contentos de poder estar con ella en la misa y en la marcha que se realizará después”, aseguró. “Lo único que podemos hacer, ante estas circunstancias, es rezar”, resaltó Isabel, además de “acompañarnos y de hacer lo que podemos que es seguir adelante”.
Asimismo, recordó el asesinato de Lucila, explicando que su “chiquita” volvía de la escuela, “había pasado previamente por la casa de su abuela y yo no la pude acompañar hasta casa y un violador la atacó. Intentó violarla, ella luchó y él terminó quitándole la vida. Ya Han pasado 16 meses y no sabemos quien la asesinó”, resaltó, para argumentar su decisión de visitar San Benito mañana. “Mucha gente no puede acceder a la justicia, por eso vamos a solidarizarnos con María Inés, como lo hicimos con Cristian Lamaro o Nicolás Garnil”, subrayó.
Isabel Yaconis, informó que el grupo que llegó a San Benito está compuesto por dos misioneras de la orden Cristo Resucitado del barrio de Nuñez, “que se enteraron del viaje y quisieron acompañarnos”, así como por familiares de víctimas de Rosario. A su vez, recordó que integran el grupo Madres del Dolor, Pompeya Schaerer, la mamá de Cristian, el joven correntino secuestrado hace once meses; María Denegri, la madre de Leandro, asesinado en Wilde por delincuentes en junio de 2003; Silvia Irrigaría, la mamá de uno de los chicos de la masacre de Floresta de 2001; Vivian Perrone, la madre de Kevin Sedano, que murió atropellado por un auto y Eugenio Schenone, el padre de Marcos, por cuyo crimen se juzga a Horacio Conzi.
