Se espera que suba la cantidad de víctimas en esa zona. Otro estado alemán, Renania del Norte-Westfalia, suma 46 decesos. En Bélgica se han reportado, de momento, 24 víctimas fatales, en momentos en que las aguas ceden y se ve un panorama desolador: casas destruidas, árboles caídos, autos apilados.
Los gobiernos de las zonas afectadas han activado operativos de limpieza y buscan restablecer el suministro de energía, al tiempo que evalúan las pérdidas económicas, que se calculan como millonarias.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, planeaba viajar en estas horas a Erftstadt, ubicada al sudoeste de Colonia. En esa ciudad hubo un operativo para rescatar a personas que quedaron atrapadas cuando cedió el piso. Tres casas y y parte de una mansión se desmoronaron en Blessem, el distrito turístico de esa localidad.
El Ejército salió a las calles para retirar los vehículos arrastrados por la crecida. Algunos camiones estaban parcialmente sumergidos. De momento se ignora si se halló a conductores atrapados. A esto se suma que muchas casas no tienen energía ni servicio telefónico, lo cual hace que se complique ubicar a muchas personas. Por eso se registra una cifra de desaparecidos que supera el millar.
En la frontera con Holanda hubo que evacuar a unas 700 personas en Wassenberg, como consecuencia de la rotura de un dique en el río Rur. En el este de Bélgica, las vías férreas y las rutas continuaban bloqueadas. Se espera que el servicio ferroviario se restablezca el lunes. El premier belga, Alexander De Croo, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tenían previsto visitar este sábado las zonas afectadas.
El sur de los Países Bajos también ha sufrido las inundaciones, mientras que las lluvias han desbordado lagos y ríos en Suiza. De hecho, en Lucerna se tuvieron que cerrar los pasos peatonales sobre el río Reuss.
