La medida se limita a los establecimientos educativos que se hayan visto afectados por la crecida de los ríos, y en el caso de los docentes, los autoriza a no asistir a su trabajo cuando sus viviendas hayan sido afectadas por la inundación. En ese caso, el puesto será cubierto por un suplente en el “período crítico para que sus alumnos no pierdan oportunidades de aprendizaje”.
Ya había ocurrido algo similar en julio último, cuando durante quince días todos los establecimientos educativos permanecieron cerrados debido a la excepcionalidad de la pandemia de gripe A. A finales de julio, y a través de la resolución Nº 2.175, el CGE decidió suspender “preventivamente” las clases en todos los niveles y modalidades, incluyendo las escuelas privadas, ante el incremento de casos de gripe A y gripe común en docentes y alumnos. La medida abarcó el período del 30 de junio hasta el 10 de julio, último día previo al inicio del receso invernal.
Una vez vuelta la normalidad sanitaria, en agosto, y para recuperar los días perdidos, el CGE pidió “optimizar” los días de clase. Además, sugirió a los profesores de nivel secundario, donde el fracaso es más acentuado, evitar la calificación de los alumnos mediante el sistema tradicional de exámenes, y no superponerlos un mismo día de distintas materias.
Una de las medidas adoptadas fue eliminar los días institucionales, y la participación de alumnos y docentes en ferias de ciencias y en torneos intercolegiales.
Ya sobre el final del año escolar, la emergencia vuelve a instalarse en las escuelas, y podría originar nuevamente pérdida de días de clase.
En medio de la emergencia hídrica que afecta a Entre Ríos, el CGE dictó la circular Nº 140 dirigida a las 17 departamentales de Educación. En ese documento, esbozó recomendaciones sobre cómo aplicar un plan de recuperación de saberes cuando se deban suspender las clases debido a la ocupación del edificio escolar por parte de evacuados.
Así, debido a la necesidad de “destinar los edificios escolares para albergar a las familias que tuvieron que desocupar sus hogares”, se plantea la situación de cómo “adoptar medidas pedagógicas con el propósito que los alumnos de esas escuelas no pierdan oportunidades de aprender”.
A ese respecto, el CGE recomendó adecuar “un espacio para la ejecución de actividades programadas por los docentes en tiempos flexibles de modo de recuperar los contenidos y desarrollar capacidades y competencias inherentes a los diferentes campos disciplinares”.
“Lo importante es que los alumnos que atraviesan estas dificultades puedan permanecer y promover el presente ciclo lectivo, en los tiempos previstos en el calendario escolar”, dice la directiva.
Y planteó que “si no se dispusiera de tal espacio físico, es prioridad dar el lugar escolar para albergar a la población con problemas de inundación. Los docentes planificarán actividades semipresenciales y cumplirán funciones de tutorías para efectuar el seguimiento de los aprendizajes, sobre todo en los alumnos que presentan mayores dificultades”.
Además, especifica la norma, “preverán las formas de entregar las tareas de la semana ya que seguramente los alumnos se encontrarán habitando en la escuela”.
“Asimismo -–añade— y en acuerdo con los directores departamentales, supervisores de nivel y equipos directivos y docentes se podrá adelantar en estas instituciones educativas afectadas ante la emergencia, el inicio del receso de verano para aquellos alumnos que hubiesen acreditado los logros de los aprendizajes establecidos por el equipo docente de la Institución escolar y estén en condiciones de promover a otro tramo de la escolaridad”.
Respecto de los docentes, en el caso de que se encontrasen “con la necesidad de abandonar sus hogares debido a la inundación, y tengan que permanecer al cuidado de sus familiares o propiedades, se analizará en las Direcciones Departamentales de Escuelas, la posibilidad de designar personal suplente que cubran el período crítico para que sus alumnos no pierdan oportunidades de aprendizaje. En estos casos, y teniendo en cuenta la altura del año próximo a finalizar, con dos semanas de recuperatorios en el nivel primario, el suplente articulará con el maestro titular para la planificación de los contenidos, las actividades y la evaluación final a efectos de asegurar la promoción de los alumnos que cumplan con las expectativas de logros establecidos para el grado”.
Fuente: El Diario