Harispe, quien trabajó como director ejecutivo desde 1989 a 1991, indicó: “este tipo de operación sí trae consecuencias ecológicas. Vamos a ver si después vienen de Buenos Aires para arreglar el bosque en galería o las playas que cada vez son más desastrosas como consecuencias de este tipo de operaciones que no hay necesidad de hacerlas”.
De todas formas, manifestó sentirse “dolido” por las declaraciones de Freyre, aseguró que es el primer contrapunto verbal que mantiene con el presidente y que no tiene “ánimo de generar ningún enfrentamiento con nadie”
Operar a vertedero abierto “es muy importante para el Uruguay, ya que el 60 % de su energía depende de Salto Grande. No así para la Argentina, que depende un 5 % o un 6% en esta condición”.
La expresión a vertedero abierto significa que “se trata de sacar el mayor provecho a la represa”. Esto acarrea una oscilación de la altura del río entre 60 y 70 cm. en forma permanente. “Es un barrido de las playas. Y nosotros tenemos playas muy bajas; a diferencias del lado uruguayo, que son playas de roca”. Harispe reiteró que “se debe evitar que se destruyan las playas aguas abajo y la selva en galería de San Carlos, cosa que es irrecuperable”.
En ocasiones normales, la altura del río oscila bruscamente una vez al día. “Cuando se prenden las luces en Buenos Aires, el río sube dos metros y luego baja cuando con toda la potencia de Salto Grande, es la que cruza las turbinas, para subsanar ese bache de potencia que se produce en una hora del día”.
El delegado no dejó pasar la oportunidad para referirse a la disminución del número de delegados de cada país para ahorrar dinero. “Llama la atención porque mejor se ahorraría si Salto Grande pasara a trabajar entero aquí dentro de la represa. No hay necesidad de mantener una pequeña sede en Buenos Aires por razones que en el tratado figura así”, dijo. Además, aseguró que no hay justificativos para mantener oficinas en Montevideo y en Buenos Aires “con la cantidad de gente que tienen”.
El vocal, más bien, se inclinó por atribuir el recorte de las delegaciones al intento de restarle participación al interior del país a favor de aumentar la gravitación de la capital. “Cuando vayan gente de los clubes o de las escuelas para pedir alguna colaboración o una máquina, van a tener que viajar a Buenos Aires para que algún delegado les de la solución”, aseguró.
