La idea de enseñar un oficio no solo tiene que ver con la dignidad que se le devuelve a una persona que hoy circula en un carro buscando algo para comer en la basura sino que además apunta subsanar el problema de fondo. De lo contrario, sacar el carro de circulación sólo provocará que las personas salgan “a revolver la basura a pie”, dijo Froy. De hecho, la situación social se deterioró a tal punto que lamentablemente hoy se vuelve a ver a muchas personas revisando los tachos en busca de comida.
Asimismo, el animalista explicó que el maltrato a los animales no solo se produce con los carreros sino también en los pisaderos de ladrillos o en quienes extraen arena de los arroyos, una práctica prohibida por ordenanza.
La realidad es que es inviable pensar en la llegada de 500 motocarros. Por un lado, no hay recursos para semejante inversión. Por el otro, flaco favor se le haría al tránsito de la ciudad inundándolo con los vehículos de tres ruedas. No obstante, es posible que lleguen algunos más.
Froy sostuvo que hay resistencia en algún sector de la comunidad que alega que “le van a entregar algo gratis que después lo van a terminar vendiendo”. “Creo que no hay que verlo de esa manera, sino que el Estado debe contempla la posibilidad de darle gratuitamente algo a la comunidad para su subsistencia porque podemos contemplar el mismo criterio para la salud y la educación, es gratuita para la población y se genera la gratuidad a través de los impuestos que pagamos todos. No estamos regalando nada, en realidad estamos haciendo algo para que nuestra comunidad aproveche, se mantenga activa y sea útil generando as u vez utilidad para el resto de la comunidad”, señaló.
De cualquier forma, nunca se llegará al número mencionado. En consecuencia, se deben pensar en alternativas a los carros con caballos. “Es una actividad retrograda, anacrónica. No es admisible en una ciudad que, como toda ciudad, es ideada, pensada, como para el tráfico de motos, bicicletas, peatones o automóviles, pero no carros con caballos”, dijo.
De todas maneras, el municipio deberá controlar que los vehículos estén en funcionamiento. Froy recordó que en la gestión anterior se entregaron ocho motocarros y, al menos en el centro, solo se observa a una mujer que recoge cartones. “No sé si los otros siete siguen funcionando o siguen actividad. Ella es la más notable porque constantemente la vemos en el centro recogiendo cartones y ha derivado su actividad exclusivamente a esto. Tal es así que hace poco le iban a conseguir una prensa para hacer más efectiva si tarea”, dijo.
A ello se añade otro motocarro que entregó Conciencia Animal en forma particular con recursos obtenidos por cuenta propia. “El año pasado este señor cambió el motocarro por uno 0 km”, dijo.
Por otra parte, dijo que a las personas de edad avanzada debería analizarse la posibilidad de otorgársele una pensión graciable para que “deje de salir todos los días juntar basura para levar un magro salario a su casa”.
Por último, mencionó que hay una ciudad en el país como ejemplos a seguir: Godoy Cruz (Mendoza). “Está trabajando muy bien. Allá trabajaba Leandro Fruitos (coordinador argentino del programa Basta de TAS -Tracción a Sangre-) quien vino varias veces a Concordia y va a venir las veces que sea necesario para acompañar este trabajo del municipio”, dijo. También incluía a Rio Cuarto (Córdoba) pero un cambio en las autoridades dejó el plan que se venía llevando a cambio de lado. Por ello, Froy remarcó que se debe dejar asentado por ordenanza para que un hipotético cambio de gestión no tire por la borda todo lo realizado.
Godoy Cruz no es una ciudad chica. Por el contrario, es un poco más grande que Concordia. El censo 2010 marcó que la población llegaba a los 189.000 habitantes. Concordia, por su parte, tiene 149.000 habitantes según el mismo censo. Por lo tanto, si se logró allá, ¿Por qué no puede suceder lo mismo aquí también?