“Mejor que esto no salga a la luz porque puede tener consecuencias para usted y para su familia”.
Hace 40 años, esa fue la respuesta que el coronel Rafael De Piano, interventor de la agencia Télam en octubre de 1982, le dio al fotógrafo Jorge Sánchez después de ver las imágenes en las que la Madre de Plaza de Mayo Susana Leguía increpaba llorando al represor Carlos Enrique Gallone, porque le impedía llegar a la Plaza de Mayo para participar de la Marcha por la Vida, en la que un grupo de organismos de derechos humanos iba a reclamar en plena dictadura militar por la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos.
La imagen que decidió publicar esta agencia fue una foto de DyN registrada por Marcelo Ranea. El fotógrafo captó una escena que en realidad duró un nanosegundo: un momento en el que Gallone “abrazó” a Leguía cuando la Madre se le tiró encima para intentar llegar a la Plaza de Mayo, cosa que les impidieron.
El represor condenado por la Masacre de Fátima aprovechó el momento para fingir una buena relación entre los militares y los organismos de derechos humanos.
Apenas un fotograma que no registraba lo que había ocurrido, sino exactamente lo contrario, pero que servía para montar la pantomima de que las fuerzas de seguridad de la dictadura cívico-militar trataban amorosamente a los familiares de los desaparecidos. Y esa foto dio la vuelta al mundo. Una foto real que era la mentira por antonomasia.
Télam impulsó una minuciosa investigación en su archivo y encontró los seis fotogramas del fotógrafo Jorge Sánchez que habían sido censurados: estaban nomenclados adrede con una fecha incorrecta para que jamás pudieran ser hallados.
La búsqueda de este verdadero documento histórico se hizo en el afán de corregir la memoria distorsionada del pasado para pensar con bases sólidas el futuro, como ya lo hizo la agencia Télam con la cobertura de los 40 años de Malvinas. El documental Los medios de la Guerra revela la censura en la cobertura de la guerra que se hizo tanto desde los medios privados como de los públicos. Se trata de un valioso producto de una política de recuperación de archivos que busca conocer la verdad histórica sobre acontecimientos políticos relevantes.