Entre las medidas propuestas por el legislador se encuentran la devolución de no menos del 50% del IVA para los turistas y deducir en forma acelerada, del Impuesto a las Ganancias, las amortizaciones de inmuebles (su construcción, refacción o remodelación) y bienes de usos (máquinas y equipos, instalaciones, muebles y útiles, rodados, etc.) afectados a la prestación de servicios turísticos.
Lacoste sostiene que, si se aplican mayores incentivos para que residentes y no residentes elijan a nuestro país para desarrollar actividades turísticas, seguramente la actividad comenzará un ciclo de crecimiento tan necesario después de la situación de parate casi total en que se encuentra el sector producto de la pandemia, razón por la cual propone que la norma tenga vigencia por cinco años.
“Probablemente algunos podrán observar el costo fiscal del proyecto, argumentando que conspira contra las acciones que lleva adelante el gobierno tendiente a eliminar el déficit primario del estado nacional, pero es necesario tener en cuenta que no solo el IVA mejora la recaudación tributaria nacional. El crecimiento de la actividad turística demanda fundamentalmente mano de obra y bienes producidos en el país, los que tributan al tesoro y a la seguridad social; las provincias, pueblos y ciudades mejoran sus ingresos propios (impuestos, contribuciones y tasas por servicios) contribuyendo al equilibrio fiscal federal tan necesario para el progreso del país”, sostuvo Lacoste.
Destacó finalmente, la importancia que la actividad tiene para todo el país ya que la oferta se localiza en regiones, zonas, corredores, circuitos y productos que incluyen a todas las provincias, por lo que favorecer la actividad receptiva y el mejoramiento de los servicios brindados tiene un impacto directo en ciudades y pueblos del interior posibilitando un desarrollo federal de la economía.
