A raíz de la crisis económica y motivados por el tipo de cambio, visitantes de países limítrofes vienen a Argentina para comprar alimentos y artículos de primera necesidad. Semanas atrás, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, reconoció que este fenómeno comenzó a perjudicar la actividad económica de los comerciantes uruguayos. En este contexto, el mandatario anunció medidas para desalentar que personas de su país crucen la frontera para consumir en territorio argentino.
“Estamos con un problema en la frontera porque los precios de bienes argentinos son extremadamente más baratos y naturalmente los vecinos consumen donde les es más barato. Eso nos genera un desequilibrio y los comercios de nuestra frontera son castigados”, había manifestado Lacalle Pou en declaraciones a El Observador.
Por lo tanto, el Gobierno de Uruguay anunció un paquete de medidas que incluye rebaja de impuestos para los comercios del litoral uruguayo y un descuento mayor al precio de los combustibles.
Una de las iniciativas contempla exoneraciones al Impuesto al Valor Agregado (IVA) mínimo mensual y a los aportes patronales jubilatorios. Estos anuncios para el comercio fronterizo impactarán “dentro de un radio máximo de 60 kilómetros del paso de frontera” con actividad “al por menor”, y alcanzan potencialmente a aproximadamente 10.000 contribuyentes, sostuvo el comunicado de presidencia del Poder Ejecutivo uruguayo.
La administración de Lacalle Pou indicó además que se encomendará a la Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE) y a la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE) -servicios estatales de agua y luz eléctrica- la exoneración de cargos fijos a quienes comprende la ley de frontera.
En tanto, se dispuso que se aumente el monto correspondiente a la reducción del Impuesto Específico Interno (IMESI) en las enajenaciones de naftas combustibles de frontera. En este sentido, el precio de los combustibles en la zona pasará a contar con un descuento del 40%.
Por último, se incorporará el rubro de farmacias a los descuentos que ofrece el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) y se brindará un subsidio a las empresas que contraten una nueva persona “radicada en los departamentos de Soriano, Río Negro, Paysandú, Salto y Artigas” bajo ciertos requisitos. En este caso, las personas contratadas deberán tener entre 15 y 29 años o ser mayor de 45 años, “perteneciendo a un hogar que este por debajo de la línea de pobreza”, lo que dará a la empresa “un subsidio por un lapso entre 6 y 12 meses del 60 % del salario si la persona es varón, o del 80 % si es mujer”, precisó el Gobierno uruguayo.
Ninguna de las medidas anunciadas por Lacalle Pou responden a la demandada por el intendente de la ciudad de Salto, Andrés Lima, quien -desde abril del año pasado- pidió habilitar la micro importación en el litoral uruguayo para que las pequeñas y medianas empresas de las ciudades frontera puedan adquirir productos del lado argentino pagando una tasa de un 3 a un 5 por ciento del volumen total ingresado.
Para Lima “es la única medida efectiva que puede cambiar nuestra realidad, todo lo demás no sirve demasiado”
“Eliminar el IVA a todos los productos – una medida que surgió, pero no se concretó – “tampoco nos hace competitivos, solo sería el 22% cuando la diferencia promedio de productos de la canasta básica superan el 160% respecto de Argentina. “El gobierno uruguayo prioriza los intereses de unos pocos grandes importadores” dijo Lima la semana pasada durante una entrevista en Radio Ciudadana, la radio pública de Concordia
El mandatario se mostró preocupado por los altos índices de desempleo que tiene la región vecina ante la masiva migración de uruguayos que cruzan la frontera para comprar en Argentina. A la par, la Cámara Inmobiliaria de Entre Ríos reveló que más de 2000 familias uruguayas se radicaron definitivamente en la provincia, dato que surgió del informe de contratos de alquiler rubricados.
“El gobierno nacional no está dispuesto a conversar sobre este tema y la consecuencia de esto son 170 comercios cerrados”, dijo.
Entre las cifras que preocupan a la región litoraleña uruguaya sobresalen los índices de desocupación: en Uruguay la desocupación es del 8%, pero en el Litoral está entre el 12% y 14% y está en aumento.