El hemetismo sobre los nombramientos es, por lo menos llamativo y hace pensar en internas feroces que se están resolviendo sobre la marcha y en las últimas horas.
La presidencia de la Cámara de Diputados que estará a cargo de Sergio Urribarri complicó más aún las cosas, igual que el no nombramiento de Bahillo en uno de los ministerios del nuevo gobierno. Es que, ambos lugares en diputados dejaban el espacio para otros que siguen en la grilla y que, a esta altura y pese a las promesas de campaña, no ingresaran a la legislatura y deberán armar el bolso.
En cuanto al rumor transformado en noticia, de que varios jefes policiales renunciarían por el nombramiento de Mauro Urribarri al frente del ministerio de Gobierno, DIARIOJUNIO, consultó a por lo menos 2 jefes policiales que negaron la especie y uno de ellos nos contó que había hablado con el terceron en la línea de mando provincial que es, por otra parte quien tiene contacto permanente con los jefes y negó que tal cosa estuviera ocurriendo.
Esta es la información, en tanto, la especulación es que "se trata de una opereta política". El tiempo dirá quién tiene razón.
Sea una u otra, no cambia el escenario político que es que Urribarri abandona la gobernación de modo desprolijo, por decirlo suavemente. A esta altura está siendo duramente criticado adentro y afuera del FpV y la prensa, que le fue adicta por años lo ha comenzado a castigar.
Su impresionante poder se diluye como agua entre los dedos y la prueba es que "cualquiera se le anima", como dijo un oficialista (que pidió anonimato) a este diario. Sin embargo, los compromisos asumidos y previos a la elección de las candidaturas, es lo que lo sigue mostrando como un hombre con poder. El tema quedará dilucidado cuando esos acuerdos confronten con la marcha del gobierno y su buen funcionamiento.
Mientras tanto, Bordet cumple con los acuerdos sin contrariar la constitución y eso es irreprochable. Si actuó en consonancia con el tiempo político que vivimos, lo dirá el tiempo.