El auditor Carlos Dobal pertenece a la SRT, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, realizó una recorrida del edificio municipal. Durante la inspección, estuvieron acompañados por el ingeniero laboral contratado por el municipio, Juan Cristaldo, y el delegado de ATE, José Figueredo.
La municipalidad no tiene salidas de emergencia, excepto una puerta de reducidas dimensiones que da al estacionamiento ubicada debajo de la escalera. “No es de acceso libre, hay un ordenanza que abre y cierra la puerta”, puntualizó el delegado. Desde el gremio apuntan a que el intendente Juan C. Cresto reabra la puerta principal que da hacia calle Alberdi.
A principios de abril, el intendente explicó que las puertas se cerraron porque “se está realizando un control más estricto“ de quienes ingresan al edificio a causa de distintos hechos ocurridos en esa dependencia, como robos y estafas. Cresto aseguró que “hay gente que se ocupa” de las cuestiones de seguridad y agregó: “pienso que debe estar todo correcto”. En caso de emergencia, ironizó al señalar que “las puertas se abren de adentro hacia fuera y los chorros entran de afuera hacia adentro”.
Pero la falencia más importante fue detectada en un subsuelo que es utilizado para reparar y archivar equipos de computación. Antiguamente, en ese lugar funcionaba una caldera que fue inhabilitada. Se accede a través de una escalera ubicada en la oficina de Cómputos. “Es una trampa mortal. Hay una gran cantidad de CPU´s, monitores, cajas de papeles. Es una ratonera, no hay cantidad suficiente de matafuegos, el aire es irrespirable por la humedad, creo que hay un pequeño escape de gas refrigerante del aire acondicionado”, precisó Velázquez. Cinco empleados trabajaban al momento de la inspección en ese espacio.
Dosbal constató además falta de matafuegos, iluminación y señalización en los pasillos. Incluso, faltan instalar disyuntores eléctricos dentro del edificio. Las falencia fueron admitidas por Cristaldo. Pero se dispensó manifestando que actualmente trabajan en los surtidores del corralón municipal y en la planta asfáltica. “No es excusa para no hacer simulacros de evacuación”, indicó el delegado gremial.
Dosbal, quien prefirió no hacer declaraciones, indicó que las actas son enviadas al intendente para que corrija las falencias. En caso de que no se corrijan, el Ministerio no puede realizar multas debido a que la municipalidad es autónoma, no depende del gobierno nacional. Pero las infracciones servirán como antecedentes para deslindar responsabilidades en caso de que ocurra algún siniestro.
ATE, en breve, realizará una nueva denuncia a la SRT para que recorran otras dependencias: talleres, cementerio, planta asfáltica. “Va a ser de mayor envergadura, probablemente vengan dos inspectores”, anticipó Velázquez.