La vuelta a clases y a las falencias de siempre

En la mayoría de las escuelas les han enviado una nota a los alumnos planteándoles que tienen que llevar el jabón, la toalla y alcohol. De esa manera, “naturalizan la vivencia cotidiana de los funcionarios que sí tienen jabón, toallas y alcohol en sus casas”. En cambio, se preguntaron si en: “la canasta denigrante de nosotros los trabajadores se puede disponer de alcohol o jabón extra?. Todos nuestros barrios de la ciudad tienen agua corriente en las casas?”.
En consecuencia, demandaron que las escuelas públicas tengan en cada baño jabón, toallas descartables y alcohol para todos y cada uno de los estudiantes entrerrianos. “La salud es un derecho”, remarcaron.
“El gobierno con su bombardeo mediático y sus periodistas que aportan para la corona, nos promete una escuela con todos los elementos de higiene que la hora impone, pero a decir verdad, brillan por su ausencia”, expresaron en la nota.
Tal como lo denunció ayer Stegbañer a DIARIOJUNIO, hay tres escuelas con problemas de agua en el departamento. Por ello argumentaron que: “es intolerante que en estos tiempos de precaución y prevención, para arreglar un tanque de agua de una escuela se esté pidiendo a Arquitectura y estemos esperando más de una semana para que se lo arreglen; se necesitan mecanismos para que “en tiempo real” se den soluciones”.
Además sostuvieron que la situación “no es muy complicada” debido al esfuerzo compartido de ordenanzas, cocineras, alumnos, directivos. De lo contrario, “si es por lo que el gobierno envió a las escuelas como partida con aumento sería imposible encarar las soluciones que la situación requiere”.
Además recordaron que “desde hace muchos años Agmer viene aportando y exigiendo debates con distintas metodologías de trabajo para encontrar soluciones a la acuciante problemática de infraestructura y comedores pero nunca se tomaron estos aportes en mesas y/o en paritarias”.
Tampoco entienden los conceptos vertidos a la opinión pública de otros gremios docentes cuando hablan dejar de estar en “la cuerda floja”. “Ha sido este sindicato quien en esta última década ha instalado la discusión en lo referente a los graves problemas de infraestructura escolar, denunciando, haciendo publico la situación de nuestras escuelas”, rememoraron.
En un párrafo aparte dejaron “el manoseo” a los transportistas escolares que llevan a los alumnos de escuelas rurales. “La deuda llegó, en su momento, a cuatro meses, y si para el jueves no cobraban lo adeudado habían planteado parar sus servicios. La presidenta del CGE Graciela Bar no le dio la audiencia y “después de deambular por todos lados y ser tratados muy mal por las autoridades, le prometieron un acuerdo”.

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