El dato surge de la investigación “La pobreza en la prensa argentina en la perspectiva de género”, un monitoreo de siete diarios realizados durante tres meses —15 de julio al 15 de octubre del 2009—7 por la organización Periodismo Social junto a la Universidad del Salvador y con el apoyo de la WACC (World Association for Christian Communication).
Los diarios analizados fueron: Clarín, La Nación, Página 12, Crítica de Argentina, Ámbito Financiero, La Voz del Interior (Provincia Córdoba) y La Capital (Provincia de Santa Fe, Rosario).
La investigación también reveló que:
Cobertura diaria. En promedio los diarios analizados publicaron todos los días una noticia vinculada al tema.
Quiénes hablan. La fuente más consultada en las notas centradas y vinculadas a pobreza fue el gobierno. Le siguen: los especialistas, la sociedad civil organizada y la iglesia.
LAS MUJERES, SIN ESPACIO. Sólo el 9 % de las notas tuvo como fuente a alguna mujer en situación de pobreza.
Sin perspectiva de género. Sólo el 10 % de las notas incluyeron una perspectiva de género, pese a que la mayoría de las personas afectadas por esta situación son mujeres.
Sin seguimiento. La mayoría de las notas centradas o vinculadas a pobreza son “Hitos noticiosos”, es decir no tuvieron seguimiento luego de la primera publicación.
POCA PROFUNDIDAD. La sección “Sociedad” es en la que más se publican noticias de pobreza. La amplia mayoría de los artículos de pobreza son escritos como notas o crónicas, dejando de lado los informes más extensos que pueden abordar en profundidad el tema.
La pobreza en otros temas. El 65 % de las notas analizadas trataban el tema de pobreza de manera vinculada, y el 35 % lo hicieron como tema central de sus coberturas.
La economía, el eje principal. “Empleo” y “Economía y desarrollo” fueron los temas vinculados a pobreza más tratados. En cambio, “Consumo de drogas”, “Accidentes y Catástrofes” y “Grupos autogestionados” quedaron muy relegados en la cobertura.
Sin propuesta. Sólo el 20 % de las notas centradas o vinculadas a pobreza incluían algún tipo de solución.
Adultos. Las personas en situación de pobreza consultadas fueron en su mayoría adultos de entre 18 y 60 años.
Según el género
La investigación está centrada en la evaluación de la cobertura de la pobreza pero haciendo foco en la perspectiva de género.
¿Por qué nos interesó evaluar la perspectiva de género? La respuesta es simple, pero se encuentra invisibilizada. La mayoría de las personas en situación de pobreza son mujeres. Según la investigación, sólo el 10 % de las notas sobre pobreza incluyen esta perspectiva de género y hacen una diferenciación en cuanto a hombres y mujeres.
Una de las dificultades con las que se encuentran los y las periodistas es que la mayoría de las veces las estadísticas no hacen esta distinción.
Por ejemplo, el Indec analiza la cantidad de “hogares” pobres. A continuación algunos datos que pueden ilustrar esta situación de desigualdad:
* La mayoría de los 1.500 millones de personas en el mundo que viven con 1 dólar o menos al día son mujeres. Además, la brecha que separa a los hombres de las mujeres atrapados en el ciclo de la pobreza ha seguido ampliándose, fenómeno que ha llegado a conocerse como “la feminización de la pobreza”. En todo el mundo, las mujeres ganan como promedio un poco más del 50 % de lo que ganan los hombres.
* La mayoría de las muertes relacionadas con el embarazo y/o al parto afectan a mujeres pobres que viven en países en desarrollo, donde 1 de cada 76 corre el riesgo de morir por causas relacionadas con la maternidad, mientras que en los países industrializados la tasa desciende a una de cada 8.000.
* La mortalidad materna en Argentina es de 306 casos y el porcentaje de fallecimientos por embarazos terminados en aborto ronda el 24,2 por ciento, afectando principalmente a las mujeres de escasos recursos. En 2008 murió una mujer cada tres días por esta práctica clandestina.
* En las familias pobres de Argentina la jornada laboral dentro del hogar insume a las mujeres más de 9 horas. El número de mujeres pobres es superior al de hombres y en la última década la tendencia tiende a acentuarse.
* La tasa de desocupación en jefas de hogar es de 12,6 por ciento y en jefes de hogar de 8,7 por ciento. Un 70 por ciento de los beneficiarios del Programa Jefes y Jefas de Hogar son mujeres. De esos jefes y jefas, cuando crece la economía, los que consiguen trabajo son en un 80 por ciento varones
* Menos del 30 % ocupa puestos de jerarquía y la brecha salarial continúa siendo significativa, publica El diario.