“Nosotros con aciertos y con errores somos frontales y no vamos a ir a hacer cosas que no nos corresponde”, dijo el gremialista. La asamblea la realizaron en las escalinatas de acceso y decidieron no concurrir con bombos para no perturbar el descanso de los pacientes. Había policías de civil en un auto, en varios lugares externos y dentro del Hogar. El titular de la Comisaría 2º le dijo a Zuchuat que se trataba de una cuestión “de rutina” y que nadie lo había llamado.
La intención del gremio fue la de respaldar la tarea de los delegados gremiales que trabajan en el Hogar de Ancianos y reclamar por el nombramiento de más personal. Además dijo que ratificaron algunas cuestiones que se vienen denunciando desde noviembre de 2008. “Nosotros hicimos denuncias de algunas cuestiones que hasta ahora siguen estando como eran hasta ese entonces”, expresó el gremialista.
La presencia policial en un acto de ATE sólo se produce cuando se realizan protestas en Casa de Gobierno. “Hay 5000, 6000 personas. Acá se podía detectar quienes éramos”, dijo. Zuchuat aseguró que van a volver “cuantas veces sea necesario” porque “es la única forma que entienden los funcionarios” debido a que han cursado notas a distintos funcionarios pero no han obtenido respuestas.
El director del Hogar no estuvo presente durante la asamblea. “Hoy sacó los abuelos a pasear, cosa que nos parece muy bien, pero él habla de que hay que tener diálogo constructivo pero cuando uno pretende tener diálogo debe aceptar cuando no tiene razón y él se cree dueño de la verdad”, dijo Zuchuat. “El Hogar de Ancianos existe desde hace un montón de tiempo, no es que nació con él. El se cree que es el dueño pero es un empleado como cualquier trabajador”, señaló.
“Tiene un programa radial que parece las Carmelitas Descalzas, plantea que es más bueno que el pan y no es así, demostró tener actitudes muy jodidas”, expresó Zuchuat. “Ha sancionado a compañeros por cuenta de él y ATE interpuso un recurso de amparo y tuvo que retrotraer todo para atrás”, indicó el secretario general de ATE.
“Le dice a los compañeros en la espalda que va a ‘limpiar la cancha y que los que estén con ATE se van a tener que ir’. Una delegada lo definió muy bien: es un apriete psicológico el que hace como en las mejores épocas de la dictadura. Creo que le han quedado muchas cosas de la época cuando fue detenido”, señaló Zuchuat.
