La verdad es la única realidad

La inversión del apotegma en nada tiende a desmerecer a su propalador, el Gral. Perón, ya que en esencia la distribución de la riqueza producida en sus primeros tres años de gobierno y la reforma constitucional de 1949, ameritan, sino fuera por otras tantas cosas, el lugar que ocupa en el corazón de los desposeídos de nuestra patria.
El problema no es Perón, sino sus mentores y pretendidos herederos, ejecutores de una política que desde el Estado y sólo a través de él, llevaron a cabo la más profunda regresión en la estructura social, económica y cultural de nuestra historia, concluyendo el trabajo sucio que iniciara la dictadura militar de 1976 y concretando una década mucho más infame que la tristemente célebre de 1930.
Tampoco se trata de apelar a Don Arturo, con liviandad. No se trata de consignas ni de matar al mensajero (obviamente, es sólo un eufemismo, dado el carácter democrático de las actuales autoridades provinciales)
En realidad es el régimen político y sus actores hegemónicos desde 1983, los responsables de este nivel de irrepresentatividad y lo que es mucho peor de este nivel de pobreza e inequidad distributiva. El voto, desde hace mucho, no alcanza para garantizar el funcionamiento democrático de la sociedad, salvo casos excepcionales como el del gobierno venezolano, a través del plebiscito finalizado la semana pasada y la Constitución Bolivariana como referente institucional.
No se trata de palabras, sino de hechos concretos. Basta comparar qué activos públicos tenía la provincia al comenzar 1990 y que quedó de ellos, qué se hicieron de esos recursos. Todavía las paredes, cada vez más desteñidas, del Frigorífico Santa Elena registran la frase de Menem: “faltaran los brazos para trabajar en esta fábrica”, Esa privatización, pionera, impulsada por quién fuera vicegobernador de Jorge Busti, Domingo Daniel Rossi, quien al leer estas líneas una vez más dirá que los santaelenenses lo han votado, argumento parecido al que emplea el primer mandatario provincial en la nota publicada en Análisis ¿ Hace falta hablar de EDERSA, el BERSA?
Había que privatizar como fuera menester. Había qué alinearse con la política económica surgida del credo neoliberal y que año tras año arrojaba a miles de argentinos fuera del sistema. La provincia fue ejemplar en la aplicación de esa política.¿ Santa Fé y Córdoba, que hoy integran la región Centro junto con Entre Ríos, siguieron, sistemáticamente, ese mismo camino? ¿No constituye hoy una asimetría objetiva entre las tres provincias?
¿ Qué es ser mediático cuando no se controlan los medios de comunicación? ¿ Qué es ser mediático cuando un trabajador de prensa, vive, mal, de su trabajo? La función del periodista no es gobernar, es ser un tábano en la conciencia, aún, dormida, de la sociedad. No es la realidad amañada la que debe describir, es sólo la verdad.
Tomando la palabra de Don Arturo Jauretche: “Y ahora, lector, sé que tengo que levantarle el ánimo.¡ No se me achique! La historia se hace a pesar de esto. A pesar de todo esto, y aunque desmedrados, somos un gran país; a pesar de todo esto tenemos una conciencia nacional cada día más clara. Es que no se puede tapar el cielo con un arnero ni escupir contra el viento: las verdades se abren paso” (Los profetas del odio y la yapa. Pág. 239)

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