La directora del Archivo Nacional de la Memoria, Judith Said, destacó la importancia de la decisión adoptada por la UNESCO de declarar como patrimonio documental de ese organismo una veintena de documentos sobre la represión en el período 1976-1983.
A través de esta decisión, el organismo de la ONU para la Educación y la Cultura, incorporó gran parte del patrimonio documental de la represión durante la última dictadura, tanto estatal como privado, al registro «Memoria del Mundo».
La medida fue adoptada por el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, según las recomendaciones del Comité Consultivo Internacional del Programa Memoria del Mundo, que se reunió del 11 al 15 de junio pasados en Pretoria (Sudáfrica).
La titular del Archivo Nacional de la Memoria resaltó la importancia de esta declaración al decir que «se garantiza la preservación de la documentación y se establece una normativa de acceso al igual que otros bienes considerados patrimonio mundial».
La funcionaria le explicó a esta agencia que los documentos que fueron incluidos dentro del patrimonio de la UNESCO incluyen archivos aportados por organismos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, informes de inteligencia elaborados en su momento por la Dirección de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires y organismos de derechos Humanos como la APDH, el SERPAJ y el CELS.
«Lo trascendental de la decisión de la UNESCO es que las denuncias por violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad durante la dictadura ya forman parte del patrimonio mundial y se garantiza su preservación y difusión», aclaró Said.
La presentación ante la UNESCO de esta documentación fue realizada por el Archivo Nacional de la Memoria, organismo que depende de la Secretaría de Derechos Humanos, en forma conjunta con la Cancillería.
El patrimonio también incluye documentación sobre hechos represivos en distintas provincias, como Tucumán y Chubut, además de los testimonios ante la CONADEP resumidos en el libro Nunca Más y el «Diario del Juicio», sobre el juicio a las juntas militares durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
Fuente: Télam