La sequía que padecieron varias zonas del país, entre ellas nuestra provincia, quedó tanto en la cosecha como en los rindes de este cultivo. Desde la campaña 1999/2000 el crecimiento de este cultivo ha sido sostenido, remarca el informe del Siber al que accedió El Diario, pero, en esta última campaña, aclara, el área implantada sufrió una merma del 14,55 %. En este marco, la producción “alcanza prácticamente a un tercio de lo producido en el ciclo agrícola anterior cuando, a pesar de que climáticamente fue un año desfavorable por el efecto Niña, se obtuvieron 2.979.275 toneladas”. Es decir que Entre Ríos perdió este año con respecto al ciclo anterior 1.919.283 toneladas.
En cuanto al rinde, los productores entrerrianos, “sembraron 1.117.660 hectáreas y lograron producir 1.059.992 toneladas”, y si se calcula el rendimiento sobre la base del área implantada “se obtiene un rinde promedio provincial de 948 kg/ha”.
Los técnicos del Siber hacen hincapié en este punto para dimensionar en su real magnitud el flagelo de la seca que hizo que se perdieran 147.600 hectáreas. Esto significa que “hubo un 13,2 % de la superficie total en la cual los productores invirtieron el costo de implantación y tuvieron productividad cero”, subraya el informe.