Morán sostuvo que el colectivo circulaba a baja velocidad por las calles de tierra en el interior de Villa Adela cuando el rulemán se rompió. Y negó que se haya producido sobre el asfalto, cuando el micro puede desarrollar una velocidad mayor. De hecho, dijo que si el desperfecto se hubiera producido en el Puente Alvear – por donde pasa a diario-, no significaba una catástrofe seguro ya que “la dirección del colectivo se puede manejar igual”, indicó. No es el caso del reventón de una cubierta en movimiento, lo cual suele generar un tirón en el volante. “Son dos cosas distintas”, dijo. De igual forma, es una situación no carente de riesgo.
Asimismo, recordó que hace 10 días que está reclamando que pasen las máquinas pero no obtiene respuesta alguna. En algunos casos, no solo para nivelar sino para rellenar los zanjones que se forman con el agua de lluvia. “Es imposible circular”, dijo. Respecto del barrio Las Tejas, dijo que está completamente abandonado. “Si entrás por avenida Rucci. Hace de cuenta que entrás por un camino rural; falta poda de árboles, todo”, indicó.
El titular de la Cámara dijo que comprende la situación del país. Pero eso no es justificativa de que las calles están hechas un desastre. “Así de Villa Adela como de todo Concordia en general”, dijo. “Hoy me tocó a mí pero mañana le puede tocar a cualquier otro”, agregó. Asimismo, recalcó que en las reuniones les han manifestado verbalmente que la prioridad la tienen los colectivos pero en los hechos suele ver las máquinas en lugares por donde no pasa ningún micro. “Andan las maquinas donde andan los carros, que también tienen derechos, y no anda nadie más, en calles cortadas. Entonces que no me vengan a decir que tienen prioridad las empresas de colectivos cuando termina de llover. Hay algunas empresas que tienen prioridad pero bueno… seamos parejos con todos”, recriminó.
Además Morán recriminó a quienes usan las redes para referirse al hecho pero no hacen ningún reclamo por el estado de las calles. “La gente está para eso. Le dan con un caño a la empresa, a los colectivos. Pero no llaman a la municipalidad para que pasen las máquinas”, indicó. “El vecino que sale y que paga sus impuestos no es capaz de llamar para decir ‘miren, pasen las maquinas que acá tengo un zanjón’. Así estamos”, recalcó. Incluso, sostuvo que intentó comunicarse con el presidente de la comisión vecinal de Villa Adela. “No te da ni cinco de bolillas”, remarcó.
Además se manifestó refractario a criticar o dejar de hacerlo de acuerdo a los colores políticos de quienes estén en la intendencia. “Yo los únicos colores que defiendo son el amarillo, rojo y negro de la empresa. Suba quien suba al gobierno, tengo que trabajar igual” dijo.
En líneas generales, Morán sostuvo que la situación del transporte es complicada. En especial, la de su empresa y la que va a Benito Legerén (línea 6) por el poco movimiento de pasajeros que genera, en comparación con otras líneas que recorren el centro. “Salimos de Villa Adela y hacemos siete u ocho kilómetros de campo. Entramos a la ciudad y no levantamos gente. Lo mismo al salir, pasamos el Parque Ferré y ya no levantamos gente hasta El Martillo prácticamente. La otras líneas tienen un sube y baja de pasajes entre cabecera y cabecera. Suben cuatro y bajan tres”, dijo. Como contrapartida, el combustible ya tuvo tres aumentos en lo que va de 2021. “Uno hace lo que más puede», manifestó.