Una de las preocupaciones primarias fue que nos quede en claro que Colón descubrió América en 1492 y que a partir de aquél “venturoso” 12 de Octubre, la superioridad, la religiosidad y la inteligencia de los españoles no tuvieron más que aflorar para que todos los pueblos que entraban en contacto con ellos los considerasen dioses dignos de sumisión. Esa narrativa nos presentaba a esas sociedades de los pueblos originarios, como zoológicas, hablándoles de sus usos y costumbres y no de sus culturas; de sus supersticiones y mitologías, pero no de su religión. Se los calumnia en la “historia oficial” como poco afectos al trabajo, y sólo se hace justicia cuando se los trata de “ignorantes” del concepto de propiedad privada, pero claro para esa historia eso no es una virtud, sino un defecto, entrando así en una de las tantas groseras contradicciones: porque se los cuestionan por no valorar su propiedad privada, a la vez que se avala el despojo salvaje cometido por los invasores contra las posesiones de los pueblos originarios, generalmente de carácter comunal. Porque ya hemos aprendido que cuando ellos roban, se llama “conquista” y “ocupación del espacio”.
En conclusión, lo mejor que le podía pasar a esta “gente” que muchachos de la calidad humana de Colón, Cortés, y Pizarro, y otros aventureros inescrupulosos la instruyeran en las virtudes de pertenecer al “mundo occidental y cristiano”, pero eso sí, como esclavos, sirvientes, encomendados, etc.
¿Y por qué comento todo esto? Porque la Revolución de Mayo, fue un eslabón más de las innumerables rebeliones o medianas revoluciones en toda América en oposición al régimen colonial impuesto.
El primer cacique que se le rebeló a Colón fue “Caonabo”, uno de los cinco cacique principales, que terminaron traicionados y enviados presos a España. A partir de ahí fueron cientos, quizás miles las revoluciones a lo largo y a lo ancho de las tierras americanas conquistadas con esa funesta “alianza” entre la Cruz y la Espada.
Caracterización social y política de la Revolución de Mayo.
Viajando en el tiempo y en honor a la síntesis prudencial , llegamos a Mayo de 1810-
Las Invasiones Inglesas habían fortalecido la autoestima de los “criollos”. Habían defendido a la Colonia ante el invasor Británico. Habían sido los protagonistas de la Reconquista. Entonces, ¿por qué no ahora podían ser los protagonistas de la Independencia?. Todo estaba preparado para el desarrollo práctico de la altivez criolla. Ya los “nuestros” habían comenzado a sentirse importantes, capaces de vencer. Esto pasó con Liniers. Lo tuvo la Historia de protagonista. Se lo ve como brillante vencedor de Beresford. La pregunta emerge sola: ¿Por qué no podríamos gobernarnos según nuestro propio arbitrio? La Revolución de Mayo asoma en el horizonte. ¿ Será su caudillo Santiago Liniers? Pero Santiago Liniers no solo será el caudillo de la Revolución, sino que también será su víctima. ¿Y porqué Liniers habría de ser una víctima? ¿Víctima de qué? ¿ De quién?
Para entender el por qué Liniers fue una víctima, hay que comprender la naturaleza Jacobina que animaba a los líderes de la Revolución. Los Jefes de la Junta de Mayo no amaban los” buenos modales” Estaban decididos a todo, a matar si era necesario. Eran Jacobinos. El jacobinismo es la aplicación del Derecho divino a la soberanía popular. Para muchos, Mariano Moreno era un jacobino sin burguesía. No podía hacer la Revolución en el Río de la Plata porque aquí no existía una burguesía revolucionaria, sino una clase mercantil intermediaria y no productora. Y además los terratenientes de siempre. Algunos le hacen decir a Castelli que la Historia de los jacobinos de Mayo, no es la carencia de una historia que los precediera, sino la historia de una carencia” ¿Y qué significa la historia de una carencia? Significa que Moreno, Castelli, Belgrano, tenían las ideas revolucionarias, tenían pasión, pero no tenían una base social revolucionaria. Alberdi diría después que deberían haber hecho la Revolución para todo el país, y no solo para Buenos Aires.
Cuando Mariano Moreno escribe el Plan de Operaciones, se revela que es un plan destinado a regir los pasos de la Junta. es una pieza alucinante, donde se dará la fundamentación política de la Muerte de Liniers. De héroe de la Reconquista, Santiago de Liniers se venía convirtiendo en uno de los virreyes más corruptos en el historial, no muy limpio, de los funcionarios reales del Río de la Plata. Manuel Moreno, hermano de Mariano lo acusa de dilapidar dineros públicos en el juego y la disipación.. Un motivo adicional del escándalo en una sociedad como la de Buenos Aires, eran los amoríos del Virrey con Marie Anne Perichon de Vandeuil. Era tanta la influencia de Ana, que un espía de Portugal informaba a Río de Janeiro que la señora es un “canal aceptable” para dirigir la voluntad del Virrey.. Martín de Alzaga, dispuesto a utilizar todas sus armas en contra Liniers hizo redactar un Oficio del Cabildo a la junta Suprema, poniéndolos en autos de lo que ocurría. Liniers, llegado a ese punto optó por dejar de lado su pasión amorosa, y acusó a Anita de reunir conspiradores, la expulsó de Buenos Aires, y la embarcó a Río de Janeiro para que se junte con …su marido!!. La suerte de Liniers ya estaba echada. Para un protagonista de nuestra historia, no siempre ha sido venturoso haber nacido en Francia, si no lo fue para Carlos Gardel, como podría haber sido para Santiago de Liniers.
Fue Mariano Moreno, como ideólogo y ejecutor de la doctrina jacobina y desde el cual se torna transparente la muerte violenta de Liniers. Pocas revoluciones han explicitado tan abiertamente, como la de Mayo, la relación entre “cambio y violencia”. La profundización, la impiedad de la violencia es la condición auténtica y radical, absoluta del “cambio”. Al fundamentar el fusilamiento de Liniers y los suyos habrá de escribir Moreno:2 Están fuera de los términos de la piedad”.
Moreno y los suyos se asumen como una minoría ilustrada cuyo pulso no debe temblar porque están seguros no solo de poseer la razón, sino de “ser” la razón. Por eso el 25 de Mayo no fue una Revolución desde el punto exacto de la Historia.
Moreno introdujo en el movimiento tres factores revolucionarios, eso sí, que llevan a la confusión a la hora de las denominaciones: “un espíritu nuevo, la acción y el terror” como buenos jacobinos que eran .En su plan de Operaciones escribía: “Temo ,a la verdad, que si no dirigimos el orden de los sucesos con la energía que es propia, se nos desplome el edificio, pues el hombre es hijo del rigor y nada conseguiremos con la benevolencia y la moderación”.
Quizá habrá que coincidir con quienes aseguran que la Revolución de mayo fue meramente política y administrativa, que removió del gobierno de Bs.As. a la burocracia española, e instauró en él a la burocracia criolla. No hubo desplazamientos económicos. Siguieron gobernando el país (el poder Real) quienes ya lo gobernaban. Pero Buenos Aires reemplazó a España. Tampoco hubo una alteración del orden social. Alberdi diría,(ese viejo sabio) que se concentró en las burocracias políticas de Buenos Aires, lo que antes estaba concentrado en el poder de la Corona: el Gobierno absoluto,
Fue una ráfaga revolucionaria. Murieron con las “botas puestas” en sus convicciones revolucionarias. El poco tiempo que duró, nos relata como San Martín se va a la expedición de los Andes, Belgrano desobedece a la Junta, Castelli muere de un cáncer en la lengua, Moreno, el faro intelectual y de la acción, muere absurdamente asesinado en alta mar, y así sin mas transcurrió la “Vida , pasión y muerte de unos patriotas que no desapareció con el intento. Solo nos queda el sabor amargo que desde ese momento cambiamos de collar, el de la Corona de España, al “collar” de la oligarquía terrateniente, cuyos herederos todavía hoy viven de las tierras apropiadas.