Mientras la justicia entrerriana aseveró que no se trata de una usurpación, menos de un ingreso violento de parte de la heredera de la familia Etchevehere y un grupo de integrantes del “Proyecto Artigas”, que dependen del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que dirige Juan Grabois, un abogado, docente universitario, escritor, académico, y dirigente social argentino. Quién además se desempeña como Asesor del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano, desde 2016.
Según explicó el columnista Guillermo Luciano para DIARIOJUNIO (Ver “EL CULEBRÓN DE LOS ETCHEVEHERE (NO LO BUSQUES EN NETFLIX”), “Dolores Etchevehere constituyó y protocolizó un acuerdo legal y le cedió el 40% de sus propiedades a un movimiento llamado ”Proyecto Artigas”, que el Dr. Grabois asesora, conformado por pequeños productores rurales que impulsan y practican la agricultura ecológica y familiar.”
En lugar de mantener un rol equidistante, dado su responsabilidad como funcionaria provincial, por lo que debería aportar a la calma, a la sensatez y velar porque la justicia trabaje con independencia y sin presiones para investigar las graves denuncias que la heredera Etchevehere ha hecho contra sus hermanos, tanto de manera pública y mediática, así como en distintas sedes judiciales (Violencia económica, estafa, falsificación de documentos públicos, vaciamiento patrimonial doloso, lavado de dinero, sometimiento a la servidumbre, entre otras), la funcionaria del área forestal, Lorna Sacks, eligió tomar parte en un conflicto familiar desvirtuado por tintes ideológicos e intereses de clase, en el que los ánimos estuvieron caldeados, y al borde de la violencia, a causa de una convocatoria de matices belicistas a los que ella misma colaboró con sus publicaciones.