Si bien la leishmaniasis todavía es una afección poco frecuente, actualmente hay perros con serología positiva en Concordia, por lo que no se descarta el riesgo de que existan casos humanos. A partir de una reunión que mantuvo el director de Epidemiología de la provincia, Diego Garcilazo, con el secretario de Desarrollo Humano, Salud y Ambiente del municipio de la ciudad, Guillermo Echenause, se acordaron líneas de trabajo en conjunto.
“Desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos, a través de nuestra dirección, estuvimos en la presentación del plan que elaboró el municipio de Concordia de forma interinstitucional, para brindarles el apoyo técnico y de recursos tanto humanos como materiales y trabajar conjuntamente en el control de la enfermedad”, indicó Garcilazo.
Es necesario destacar que el laboratorio central de la provincia, dependiente de la Dirección de Epidemiología, hoy está en condiciones de realizar el diagnóstico en humanos ante la sospecha de casos, a través de un análisis de sangre gratuito. Y también se realizan análisis serológicos a caninos.
“La provincia se rige a través del Programa Nacional de Leishmaniasis en donde se estipulan las acciones que se deben tomar de acuerdo a la categoría de riesgo en la que se encuentra el municipio, para lo cual se requiere un diagnóstico de situación protocolizado”, indicó Jerónimo Garcilazo Amatti, responsable del Programa Provincial de Zoonosis y Control Vectorial.
En el encuentro estuvieron presentes también el responsable del Programa Provincial de Zoonosis y Control Vectorial de la provincia, Jerónimo Garcilazo Amatti, y la médica veterinaria Mariel Gallo; por Concordia, el subsecretario de Salud, Alejandro Ferrando; la directora de Saneamiento Ambiental municipal, Emma Carmona; la coordinadora departamental de Salud, Susana Calvo; el jefe de Epidemiología del municipio de Concordia, Julio Quintana; la responsable de Zoonosis del hospital Masvernat, María Ester Aldaz; entre otros profesionales y funcionarios.
Sobre la enfermedad
La leishmaniasis es una parasitosis en la cual, comúnmente, el reservorio de la enfermedad se encuentra en los perros. Un canino enfermo puede estarlo toda su vida, sólo se necesita de un flebótomo, una especie de mosquito, el cual transmite desde el animal a otro animal o a otra persona, una vez picado el perro infectado.
En cuanto a los síntomas de la leishmaniasis cutánea, dependen de dónde están localizadas las lesiones, y pueden incluir: dificultad para respirar; llagas en la piel; congestión, goteo o hemorragia nasal; dificultad para deglutir; ulceras en la boca, lengua, encías, labios, nariz y tabique; entre otros síntomas que evalúan los profesionales en los casos sospechosos.
En tanto, la leishmaniasis visceral se presenta de la siguiente manera: con molestia abdominal; fiebre que dura semanas; sudores fríos; piel escamosa, grisácea, oscura y pálida; adelgazamiento del cabello; y pérdida de peso.