sábado 18 de octubre de 2025

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“La producción del sector agropecuario es el motor del progreso social de la Argentina”, dijo Sanz

La actividad contó con la participación de destacados expertos en la materia, como el ex consejero agrícola de la República Argentina en la Unión Europea, Gustavo Idigoras; la investigadora de FLACSO Valentina Delich; el ex subsecretario de Agricultura, Eduardo Manciana; el ex titular de la ONCCA, Marcelo Rossi; el experto en Gestión Agropecuaria, Dante Romano.
Además, actuaron como moderadores el diputado nacional por la provincia de Formosa y presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara baja, Ricardo Buryaile; y el diputado nacional por la provincia de Entre Ríos, Atilio Benedetti.

Declaración de Paraná

Nos acercamos al final de un ciclo político caracterizado por el desapego institucional, la improvisación en las políticas públicas y la promoción irresponsable de enfrentamientos estériles.
El radicalismo ratifica su decisión de prepararse para gobernar el país considerando que nuestra misión será sustituir la confusión oficial por claridad estratégica, reemplazar la improvisación irresponsable que distingue a la gestión gubernamental por planificación sensata y prudente, cambiar el estilo político de división y conflicto por el diálogo institucional y la convergencia democrática.
El campo, a pesar de su importante e innegable aporte a la recuperación económica nacional, ha sufrido en carne propia -tal vez como muy pocos- estas actitudes del oficialismo y, también, las consecuencias de su manera de gobernar.
Políticas y actitudes inconvenientes fueron las que llevaron al país a perder una oportunidad inmejorable de capitalizar en provecho propio -y fundamentalmente de su población- un contexto internacional favorable como pocas veces se ha dado en la historia argentina.
Por cierto, esas políticas inconvenientes llevaron a menguar el crecimiento y la actividad generada por un sector como el agrario que, reconocidamente, posee un elevado efecto multiplicador sobre el resto de las actividades productivas, especialmente en el interior del país.
Son tiempos de cambiar de actitud y mirar hacia delante creando las condiciones para promover el incremento de la producción y desarrollar los territorios rurales para así mejorar la distribución del ingreso, tanto social como regionalmente.
La UCR desde siempre concibió al campo como un sector estratégico de la vida nacional y sostiene, por lo tanto, que la regeneración de confianza y certidumbre con reglas de juego claras y estables que estimulen la expresión plena de su enorme potencial productivo son el centro neurálgico de su formulación programática.
El cortoplacismo – impregnado de improvisación, subalternización de objetivos y animadversión hacia el sector- debe ser reemplazado por una política integral de mediano y largo plazo que, en base a criterios realistas y modernos, promueva el crecimiento y el desarrollo de manera sostenible, armónica y equitativa.
El radicalismo está convencido de que la historia y el presente argentino en la materia hacen necesario estructurar un marco jurídico que constituya un verdadero CONSENSO ESTRATÉGICO que oriente el interés nacional en una actividad decisiva y vital para el progreso y bienestar de la Nación.
En dicho camino es prioritario trabajar en aquellas cuestiones que tiendan a reducir la incertidumbre que enfrenta la actividad del sector: la incertidumbre climática, la incertidumbre de mercados y, por cierto, la muy acrecentada en los últimos tiempos incertidumbre macroeconómica y política.
Asimismo, es necesario y perentorio diseñar y poner en vigencia normas que aseguren a las generaciones futuras el mantenimiento de los recursos suelo, agua y medio ambiente, así como estrategias que tiendan a incrementar la capacitación y el entrenamiento de recursos humanos y el fortalecimiento de estructuras públicas de ciencia y tecnología que potencien la competitividad sistémica del sector.
Del mismo modo, es pertinente diseñar y poner en vigencia una política especial para que los pequeños y medianos productores sigan siendo el actor social que de vida y sentido al entramado socio-productivo de nuestro interior.
En la construcción de los CONSENSOS ESTRATÉGICOS que permitan superar la realidad de decepción, frustración y desesperanza que vive el país, el radicalismo asigna un rol de importancia decisiva a la actividad agropecuaria.
Consideramos al campo, y al amplio espectro de actores económicos y sociales vinculados, un complejo clave para generar empleos y riquezas que, convenientemente distribuidas, son imprescindibles para disminuir los alarmantes niveles de pobreza y exclusión que padece nuestro país.
Nos preparamos para gobernar. La sociedad argentina debe saber que nuestro esfuerzo está orientado a la construcción de la fuerza política democrática – con contenido programático, sentido federal, sensibilidad social y vocación de diálogo- que sea capaz de ofrecerle a la sociedad argentina un horizonte de convivencia pacífica y progreso social.
La observancia de lo que sucede en el mundo, y especialmente en países vecinos, nos afirma en el convencimiento de nuestras grandes posibilidades históricas y nos inspira a construir, con quienes asuman seria y responsablemente la tarea, la Argentina que realice en los próximos años la promesa incumplida de paz, prosperidad, igualdad y libertad para todos.

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