Estuvieron presentes representantes de la Policía Federal, Gendarmería y la Policía de la Provincia. En cuanto al ámbito municipal, participó personal de Saneamiento Ambiental e Inspección General. Mendoza señaló que la intención es “hacer un control más pormenorizado en cada uno de los locales bailables y pubs” en el horario de cierre. En sí, indicó que no apuntan a controlar el horario en sí porque “se viene cumplimentando efectivamente”. En cambio, apuntó a las consecuencias que genera el cierre: “el arremolinamiento de la gente que no se retira a los domicilios y quedan en el ámbito de la ciudad”.
Por lo tanto, la Policía asumirá una actitud “disuasiva”. “Hay que empezar a hablar con esta juventud que se queda en las esquinas o afuera de los boliches bailables a los efectos que se pueda retirar a sus domicilios”, dijo el subjefe. Mendoza incluso admitió que han tenido “problemas de seguridad” y “algún tipo de escaramuzas” a la salida de los boliches. Para el comisario el alcohol no fue el generador de los de los inconvenientes sino “el mismo roce; por no tener adonde ir o una cuestión de cultura porque antes estaban en el boliche hasta más tarde y ahora no saben que hacer”.
Respecto de los adolescentes que habitualmente beben en la calle, sobretodo en la Costanera, a pesar de la vigencia de la ordenanza (“Ley Seca”) que prohíbe la venta y el consumo de bebidas alcohólicas, Mendoza señaló que: “es algo que nos preocupa”. “Es una realidad que el ciudadano no puede desconocer que en los lugares como la Costanera se observa el gran consumo de alcohol”, indicó. Por ello, se ideó la creación de una brigada de control en conjunto con Inspección General “a los afectos de que paulatinamente esta tendencia se pueda erradicar”.
Mendoza, al serle requerido más información sobre la brigada, dijo que: “en realidad nosotros tenemos diagramado los operativos”. “Cada oficial que encomendamos estas funciones sabe el rol que tiene que cumplir”, añadió. Actualmente, los efectivos de la Comisaría del Menor y la Familia acompañan a Inspección General y un Grupo Especial a los agentes de tránsito.
A partir del fin de semana que comienza mañana, la Brigada de Bomberos Zapadores escoltará a los empleados de Saneamiento Ambiental para controlar las medidas de seguridad en cada uno de los boliches bailables. Deberán estar “conformes a la habilitación original”. Si se detectan anomalías o incumplimientos de acuerdo a los planos habilitados por el municipio, se consensuó con el Ejecutivo la elaboración de un acta de notificación para que se tomen los recaudos necesarios. “De no acatar este asesoramiento, se va a hacer la clausura correspondiente”, expresó.