Las razones que explican el consumo de carne sin condiciones sanitarias adecuadas son varias: la carne es faenada en el campo sin las condiciones sanitarias que evitan posibles enfermedades en la salud humana, son carneadas fuera de los establecimientos habilitados para tal fin o porque provienen de los cuatreros que, a través de su actividad delictiva, la ingresan en el mercado en negro de cortes cárnicos totalmente expuestos a riesgos graves contra la salud ciudadana. A ello hay que añadirle el perjuicio económico que le originan al productor ganadero beneficiando solo a comerciantes inescrupulosos que facilitan el negocio ilegal.
Por ello, se planifican procedimientos sorpresas, itinerantes y sincronizados que han permitido demostrar una cruda realidad, por un lado la desconsideración hacia la fauna silvestre, ya sea de animales terrestres o acuáticos, donde su depredación a través de la caza de especies vedadas o en vías de extinción, o de la pesca indiscriminada donde inclusive no se respeta los tamaños establecidos por la Dirección Recursos Naturales en la captura de los peces, más allá de su posterior comercialización.