Pereyra detalló que la detención de los delincuentes se concreta en horas del mediodía, cuando “se produce el intercambio del dinero, por una supuesta mercadería que no le iban a entregar”.
El titular de la Jefatura Departamental de Policía remarcó que el procedimiento fue seguido de cerca por el Juez de Instrucción en turno, Martín Carbonell, quien se apersonó al lugar de los hechos acompañado por el fiscal Mario Guerrero.
Pereyra puntualizó que el mecanismo utilizado fue “el ardid de siempre, el nombre un político”, en este caso el del senador Augusto Alasino.
Los delincuentes habían citado a los empresarios al domicilio de Pellegrini 1364, pero en realidad los estaban esperando en la vereda. Uno de los damnificados narró que Olmos les argumentó que los atendía en la vereda, porque “estaba apurado, tenía que ir al aeropuerto a esperarlo al gobernador Busti, que era su compadre, padrino de una de sus hijas, toda una historia”.
El comisario Pereyra remarcó que “lo importante es que evitamos que los estafaran» y la ausas estaría caratulada como tentativa en flagrancia.
El empresario
Héctor Luís Pertovt es el titular de la firma PERTOVT y Cia. SRL, y en diálogo con DIARIO JUNIO narró que “la semana pasada nos hablaron de Concordia, una persona que se identificó como el ex senador Alasino, que estaba el área de construcciones sociales o algo así”. Este falso senador Alasino les explicó a los empresarios santafesinos “que tenía un excedente de chapa galvanizada lisa, plana y me dijo que el precio sería de $1 el kilo, le dije que nos interesaba”. La supuesta mercadería totalizaba 450 hojas. “Sacamos la cuenta, eran mas o menos 9.000 kilos y después de arreglar algunos detalles de transporte vinimos hoy”.
Ante la consulta de cual era la ventaja económica del ofrecimiento, Pertovt admitió que “en el mercado común esto se esta pagando un poco mas del doble”, aunque aclaró que “es bastante común que este tipo de oferta existan en el mercado, porque salen de las oficinas (públicas) de distintas maneras”. Argumentando que desde la administración pública suele comprarse “mal o en exceso y después no tienen como sacárselas de encima”. Reforzando su planteo, ejemplificó que “si a uno le ofrecen un auto a mitad de precio, sabe que es robado, pero en este caso (materiales de construcción) es bastante común”.