Ayer, alrededor de la 12 del mediodía, Delfa Clara D´angelo, de 83 años, madre de la víctima se hizo presente en el domicilio de su hijo quien vivía solo, ya que se encontraba separado de su pareja, quien con su única hija vive actualmente en el Chaco.
La mujer había recibido llamados telefónicos de compañeros de trabajo del hijo debido a que tenía un encuentro de colegas el día anterior en el país vecino de Paraguay. Como no se había hecho presente, llamaron para averiguar el motivo por el cual no había concurrido.
El médico fue encontrado sin vida en el living, sentado en uno de los sillones, vestido con ropas de cama, presentando cortes defensivos en manos, múltiples cortes en zona de cuello, y un gran traumatismo en zona temporal occipital izquierda, con una bolsa de nylon que cubría parcialmente la cara.
En el interior de la finca se observaron signos de lucha, en los distintos ambientes, además de diversas huellas de sangre en piso, con pies desnudos y de zapatillas. Pero el detalle que llamó la atención es que no se encontró signos de violencia en las puertas de acceso a la misma. Eso hizo presumir a los investigadores que el autor era de confianza de la víctima. En el lugar del hecho se procedió al secuestro de dos armas blancas, las que estarían íntimamente relacionadas a las heridas provocadas.
La Policía también constató el faltante del interior de la vivienda de varios elementos: una notebook, una CPU con monitor, un TV LCD, de 24 pulgadas. Además el autor del hecho se llevó el automóvil del médico, un Chevrolet Celta de tres puertas, color gris, dominio LBI 522.
En el marco de la investigación se procedió a mantener contacto con familiares directos y amigos de la víctima, lo que permitió establecer los detalles de los últimos movimientos del fallecido. Un testimonio recabado dio cuenta de que ese mediodía, una persona de 25 a 30 años, tomó un remisse en calle Rivadavia al 1190, donde un masculino de 25 a 30 años cargo en el baúl dos monitores y un cpu, le pidió al remisero que se dirija a calle Colon al 1281, donde bajo los elementos para luego pagar el pasaje y quedarse en el domicilio.
Ayer, a las 20.30 horas, se procedió a realizar las diligencias. Del allanamiento y registro domiciliario en la finca de calle Colón a la altura mencionada, se procedió al secuestro de un teclado de computadora, un mouse óptico, una cámara webcam, un teléfono celular, una impresora, un monitor de computadora y un televisor de 24 pulgadas con control remoto. Una persona de 26 años fue trasladada inmediatamente, a la Fiscalía a los fines de brindar testimonio.
Se hicieron presentes en el lugar los fiscales Miguel Vila y Julia Rivoira y el forense, Manuel Malher, personal de la División Investigaciones y División Criminalística, y los integrantes de la conducción de la Jefatura Departamental.