El episodio comenzó cuando una vecina denunció al 101 que le estaban arrojando piedras a la casa. “Le rompieron vidrios y le produjeron daños en la casa”, dijo el subjefe. El patrullero del Comando Radioeléctrico acudió al llamado. “Éste muchacho se da a la fuga. Vive a una cuadra del lugar”, dijo Corveddu en referencia a Migueles.
El patrullero lo persigue y el joven “aparentemente entra en la casa y sale con un cuchillo”, aseguró, el subjefe. “Enfrenta a uno de los policías y el compañero, por supuesto, tira un escopetazo a la mano lo que hace que suelte el cuchillo pero le produce una lesión que, por los informes médicos, es una lesión leve”, señaló el subjefe.
“Para evitar males mayores los policías se retiraron del lugar porque estaba la madre”, señaló. El cuchillo no fue secuestrado por los policías porque optaron por retirarse rápidamente “para evitar males mayores”, reiteró el subjefe.
Corveddu aseguró que la munición utilizada por el funcionario que disparó fue una posta de goma. Si hubiese empleado perdigones de plomo, “le hubiese destrozado la mano”. Además sostuvo que el funcionario que disparó apuntó a las manos donde supuestamente tenía el arma blanca Migueles. “La mala suerte que le lesiona la muñeca pero es una lesión leve y esperemos que no tenga ninguna secuela”, sostuvo.
“Se lo invitó a la familia, a la madre, a él para que vengan a hacer la denuncia pero no han venido todavía”, expresó. “Incluso el propio magistrado en turno tomó cartas en el asunto para garantizarles a ellos la transparencia en la investigación que se va a realizar”, dijo. Incluso, aseguró que está trabajando la división de Investigaciones Internas para conocer cual fue el accionar de los dos agentes de policía.
Migueles identificó a un policía de apellido Robles como uno de los agresores. Corveddu, en cambio, dijo que “Robles fue el atacado y el compañero es el que efectuaría el disparo”. Consultado sobre si algún policía fue lesionado, el subjefe dijo que uno de ellos sufrió, en un forcejeo, “una pequeña lesión en un brazo, así como doblado el brazo. Nada más”.
“Yo estuve hablando con los funcionarios y no tenían otra posibilidad. El grado de agresividad que estaba demostrando que tenía este muchacho no permitía otra posibilidad de salvar al compañero. Robles en ese momento estaba desarmado”, dijo el subjefe.
Consultado sobre si tenía algún antecedente el joven que hizo la denuncia, el subjefe dijo que se trataba de una información que no podía brindar. Sólo mencionó que “es una persona conocida en la ciudad”.
