“Según lo que había averiguado, eran 157.000 personas en el 2001”, señaló Dri. Por ende, explicó que el crecimiento registrado fue entre el 9 y el 10 %. “Creo porque no son números que yo los tenga que hacer pero los estamos viendo acá a medida que fue pasando el censo”, añadió.
No obstante, el director departamental admitió que esperaban registrar una población mayor. “Entre 178.000 y 180.000 habitantes, por lo menos lo que el imaginario nos decía. Yo particularmente esperaba un poco más”, señaló. No obstante, luego admitió que otra previsión más ajustada especulaba con una oscilaciòn entre un número similar al registrado y 176.000 personas.
“La verdad es que estuvimos hasta ayer censando; desde el jueves por la tarde y viernes por la mañana hubo lo que se llamó el operativo rescate”, dijo Dri. El operativo significaba recorrer los lugares donde el censista puso “ausente” o “deshabitado” además de registrar a quienes llamaron al 0-800 del Indec y a la Departamental. El rescate arrojó un saldo aproximado de 1200 personas que habían quedado fuera del censo. Y aún faltan cargar algunas viviendas colectivas que se van a cargar más adelante aunque el funcionario dijo que no constituían un número significativo.
Dri explicó que cuando iba recibiendo las planillas de los censistas se encontró con que los porcentajes de la columna donde se indicaba que los moradores estaban ausentes o que las casas estaban deshabitadas eran “altos”. En Estadísticas y Censos confirmaron que los números eran elevados y pidieron el rescate. “De todas maneras, muchas de las viviendas que el censista tildó como deshabitadas, en muchos caso comprobamos que eran los comercios y en otros casos la gente no estaba ese día y vino después”, manifestó.
Pero además el funcionario indicó que hubo casos de personas que no quisieron ser censadas. Todos los casos de ese tipo se registraron en la zona céntrica. “No quiero estigmatizar una zona de la ciudad pero estos casos pasaron”, dijo. Dri entiende que influyó en esos moradores la discusión que se dio en los medios acerca de que el censo era una cuestión del gobierno nacional. “Es lamentable, no fueron muchos pero hubieron. Dijeron que era una cuestión del gobierno, que ellos no tenían nada que ver con eso y que estaban afuera de eso”, señaló.
En otros casos, hubo censistas que debieron realizar su tarea a los gritos. A la distancia debían alzar la voz: “‘somos tres; somos cuatro’. Una cosa muy bizarra”, opinó. Incluso, a otros censistas les pidieron que se retiren porque “como que estaban cometiendo alguna especie de hecho pecaminoso”.
De cualquier forma, Dri señaló que fueron casos “aisladísimos”. “Nosotros siempre planteamos que el censo trasciende cualquier gobierno. Los gobiernos pasan y el Estado queda. El censo es una cuestión de Estado”, señaló. “Esto es una acción estatal que consolida al país. Esto fue demostrado en el siglo pasado, en el primer censo. Es una estadística que le sirve a Educación, a Salud, a Obras Públicas. Es la única estadística real y seria que tiene el país. Esto no es una encuestadora. Los hacen los docentes, los supervisores”, argumentó.
Además, señaló que en los censos anteriores no se pagaba o se pagaba menos de lo que correspondía porque el gobierno lo ponía como una carga pública. “El agente del estado lo tenía que hacer. Pero en este caso no: fue voluntario”.
