Los doctores Marcos Aldazábal y José Manuel Ubeira estuvieron en el juzgado de Capuchetti al promediar la jornada y presentaron un escrito con elementos de una hipótesis que, en realidad, no es nueva. Ya la propia Cristina dijo públicamente que el grupo de los que vendían copos de nieve eran autores materiales, pero de ninguna manera son los que pusieron en marcha el intento de asesinato. El escrito de los letrados pone énfasis en que hay que avanzar sobre la pista del dinero y también, por lo que surge de un diálogo, la posibilidad de que haya una mano extranjera en el atentado.
Los elementos señalados por Aldazábal y Ubeira incluyen la siguiente secuencia:
*”Yo quisiera hacerme vendedor de copos y meterle un corchazo”, menciona uno de los atacantes. Es una demostración más de que la cuestión de la venta de copos era una pantalla para hacer la inteligencia y perpetrar el ataque.
*En la misma conversación del 15 de agosto, Sabag dice: “yo a ella la trato de bajar (refiriéndose a Brenda), pero a mi me importa la plata, si nos compran o le dan un laburo, ya está salvada, bienvenido sea”. O sea, Sabag está diciendo que Brenda está obsesionada con matar a Cristina pero que él lo haría por dinero.
*Como ya publicó este diario, está el mensaje de JOA: “sé que lo hizo por plata, por acomodo”. En ese chat, posterior al ataque, Joana no sólo menciona que el intento de matar fue por dinero, sino que cuando salga en libertad, imagina que en cuatro años, va a estar salvado.
*Y hay un diálogo, que también consta en la causa, entre Brenda y una persona que está agendada como David. También es posterior al ataque y poco antes de la detención de la chica. Ella le pregunta. “¿sos poli de la DEA (la agencia antidrogas de Estados Unidos)?”. “Hago espionajes y se lo paso a la embajada de Estados Unidos. Nada más”. En este chat, está claro que Brenda ya sabía que el tal David trabajaba para el país del norte, aunque no se lo decía abiertamente.
Este sábado se cumple un mes de la tentativa de homicidio y la investigación parece avanzar con demasiada lentitud. Sabag y Brenda mencionan en un mensaje que estaban por alquilar un departamento frente al de Cristina para dispararle desde ahí. Incluso estaban por pagar una seña. Sin embargo, no se sabe de dónde iba a salir el dinero. Es otro elemento de la pista que hace pensar que alguien financió el ataque. A casi 30 días sigue sin estar clara ni esta pista ni otras hipótesis. Por ejemplo, todavía no se sabe quienes fueron los que estuvieron los días previos haciendo inteligencia en Uruguay y Juncal. Hay una imagen muy clara del 28 de agosto en que Sabag y Brenda estaban en la esquina con otro integrante del grupo. Hablaron entre ellos. Tampoco el papel que jugaron los demás supuestos vendedores de copos. Ni la relación con Revolución Federal, el grupito de ultraderecha. Para colmo, como se sabe, se perdió una prueba clave, el contenido del celular de Sabag.